Un demonio que busca su sitio en la NBA
El base NBA es la gran referencia en ataque de la selección alemana
Dice el periodista Marc Stein, un clásico de la cobertura NBA en EE UU, que la actuación de Dennis Schröder en el Eurobasket está provocando “mucho runrún” entre unas franquicias que, por ahora, están pendientes de ver qué pasa con él. El base, que debería estar en el momento cumbre de su carrera (tiene 28 años), juega el Europeo con Alemania sin haber resuelto su futuro. Eso, por ahora, no le está afectando: promedia más de 20 puntos y 7 asistencias por partido, 24+8 si se aíslan los dos partidos de cruce.
De físico eléctrico y tremenda capacidad anotadora, tiene talento para rozar el nivel de estrella NBA. Lleva casi una década en una Liga (número 17 del draft de 2013) en la que se abrió paso desde una temporada rookie muy difícil en Atlanta Hawks, la franquicia en la que ya era titular en 2016, después de firmar una extensión de contrato de cuatro años y 70 millones de dólares. En los siguientes playoffs, promedió 24,7 puntos y 7,7 asistencias.
Desde entonces, su trayectoria ha sido una confusión en la que le ha costado maridar el obvio talento con la capacidad para entender su rol. En 2018, se fue traspasado a los Thunder, donde brilló en dos temporadas como sexto hombre. Pero en la temporada 202021 la pifió en unos Lakers que defendían título y que acabaron (con Marc Gasol a bordo) lastrados por las lesiones y el mal ambiente. Schröder, que pasó dos veces la COVID, fue de más a menos y rechazó en marzo de 2021, aunque él dice que no fue exactamente así, una extensión de cuatro años y 84 millones para seguir en Los Ángeles. Salió al mercado y, tras unos pésimos playoffs y rumores sobre su nulo deseo de volver a un rol menor, acabó en los Celtics con un contrato de solo un año y 5,6 millones. Los
Tropiezo Apuntaba alto pero se estrelló en los Lakers 2020-21
verdes, encima, lo traspasaron a Houston como parte de un proceso de sanación de vestuario que acabó con viaje a la final. Schröder acabó la temporada de baja por una lesión de hombro… y ahora busca acomodo.
En Berlín, Schröder es una de las principales estrellas que sobreviven en un torneo que ha sido cruel con los estandartes mediáticos. Su nivel está siendo altísimo, la reparación de su dolorosa ausencia en los Juegos de Tokio por
problemas en el pago del seguro. Con Alemania cumple un ciclo de más de una década, incluidas categorías inferiores, desde que se formó en el equipo de su ciudad natal, un Braunschweig del que además es ahora propietario.