Vinicius se queda como punta de lanza
Sin Benzema, asume más galones ante un Atlético al que nunca ha marcado. “No voy a parar de bailar”, dijo
Para Vinicius, el de hoy no será un derbi más. Ni mucho menos. La baja de Benzema le ha convertido en la gran bandera merengue. La responsabilidad del liderazgo y del gol recaerá sobre sus hombros, algo que no rehuye. Porque llega en el mejor momento de su carrera. Es el futbolista de Primera que más regates intenta (32; unos seis por partido) y el segundo que más balones disputa (77; unos 15 por partido). Pero además, viene de cinco partidos seguidos marcando (su récord, hasta este curso, eran tres) hasta que cortó la racha ante el Leipzig. Luce una confianza ciega en sí mismo y una personalidad arrolladora. Tanto, que ha tocado la fibra de muchos rivales. Era una bomba de relojería y explotó el pasado domingo, cuando los jugadores del Mallorca denunciaron provocaciones y señalaron su ‘chulería’ y ‘prepotencia’.
Pero Vinicius se considera un provocado, no un provocador. Es el tercer futbolista de Primera que más faltas recibe (15, tres por partido; sólo Muniain y Trejo han recibido más) y ha decidido jugar al fútbol a su manera, con alegría, lo que ha empezado a escenificar con bailes en sus celebraciones. Y ahí la bomba se ha vuelto nuclear. “¿Si baila en el Metropolitano? Habría lío seguro, lo más normal”, dijo Koke el pasado jueves. Unas declaraciones, vistas por muchos como un aviso a navegantes, que ha convertido la ola en un maremoto. Decenas de personalidades salieron en defensa del extremo del Madrid, pidiéndole que siguiera bailando. Desde
Raphinha hasta Lucas Paquetá, con escala en Neymar, Dani Alves o Pelé, los cuales pusieron el debate en la lupa del racismo. “Graves son los idiotas que siguen pensando que los bailes son el problema. Señores, el verdadero problema es que Europa está lleno de racistas y no aceptan que otras nacionalidades destaquen más que ellos”, dijo el ex lateral del Barcelona.
Y habló Vinicius.
La magnitud del asunto llegó a ser tal, que el propio futbolista decidió tomar la palabra: “Dicen que la felicidad molesta. Pues la de un negro brasileño victorioso en Europa, muchísimo más. Pero mis ganas de ganar, mi sonrisa y el brillo de mis ojos son mucho más grandes que eso. Hace semanas empezaron a criminalizar mis bailes. Bailes que no son míos. Son de Ronaldinho, Neymar, Paquetá, Griezmann, João Félix, Cunha... son de artistas de funk y sambistas brasileños, de cantantes de reggaeton y de negros americanos. Son danzas para celebrar la diversidad cultural del mundo. Acéptenlo, respétenlo. Yo no voy a parar”. Confirmó que si marca, bailará; pero no hoy por ser hoy, sino siempre. Porque tal y como pudo saber AS de fuentes próximas al futbolista, Vinicius no se ha alterado ni lo más mínimo por todo el debate que se ha generado en torno a él: “Es algo a lo que está acostumbrado, está tranquilo”.
Hoy liderará ante su Kryptonita: nunca le ha marcado al Atlético. De los ocho derbis (siete en el campeonato de Liga y uno de Supercopa de Europa) que ha jugado, sólo ha perdido uno; precisamente el último, hace 133 días, cuando el Madrid visitó el Wanda Metropolitano siendo ya campeón. Caprichos del destino, su debut de blanco fue precisamente en un derbi de 2018 (salió 2’, sustituyendo a Benzema). Ha llovido: desde entonces, 346 minutos de Vinicius frente a las rayas rojas y blancas. Y ningún zarpazo. Hoy, a la novena, buscará su vencida.
Racha Llega tras cinco partidos seguidos marcando
Motivación En ocho derbis y 346 minutos, aún no ha visto puerta
Bailes “Acéptenlo, respétenlo. No voy a parar”, dijo de ellos