Míchel calibra a Pellegrini
El Betis desea brillar en el Villamarín para asentarse en Champions ● El Girona se entrega a la magia de Reinier
Pellegrini y Míchel. Dos cartas maestras con planes ambiciosos para Betis y Girona. Los banquillos mandan en los dos contendientes que hoy dirimen una particular batalla por asentar sus creencias y enterrar las dudas que puedan estar escondidas. Los verdiblancos se sienten imparables pese a tener los pies en el suelo y suspiran por seguir anclados en la zona Champions. Enfrente, el equipo catalán quiere exponer su valentía, la que tiene su técnico y también un plantel que refleja sus ansias de ganar.
Los entrenadores reinan, pero el cielo es de los futbolistas. Y sobre el césped hay focos que apuntan a sobresaliente. Canales vuelve a ser Canales. Lidera, conduce, inventa. Sin Fekir, él manda. Aleix García, antaño discípulo de Pellegrini, comanda la nave de Míchel desde su innata capacidad por mover los hilos. A su lado tiene a Oriol Romeu, espejo de cómo ser un pivote agigantado que vuelve a la Liga para dictaminar su deseo de crecer. En medio de todo ese embrujo de fútbol, Pellegrini colocará a William Carvalho, el todoterreno que tardó unas cuantas campañas en encontrarse. Ahora esboza su mejor nivel. Y qué nivel.
Frenos. En el Betis, Rui Silva debe volver a la meta, Álex Moreno al carril zurdo, Guido al sostén y Borja Iglesias a esa zona de nueve que parece haber convencido a Luis Enrique. No tiene ya tanto para rotar Pellegrini, que cruza los dedos para que el parón dé aire.
Para Míchel, la colección de lesiones también condiciona su apuesta. Repetirá con sus tres centrales y dos alas repletas de vértigo sostenidas por los jóvenes Arnau y Miguel Gutiérrez. Castellanos manda arriba, con la magia en los pies de Reinier y Riquelme, ambos tan libres sobre el césped como imprevisibles en sus intervenciones.