Pulso entre secundarios
Real y Espanyol, sin las que iban a ser sus referencias atacantes ● Sorloth y Braithwaite cogen el relevo
R. RAMAJO / LA PREVIA
Al margen de su inicio errático en LaLiga (más acentuado en uno que otro, todo hay que decirlo) la Real Sociedad y el Espanyol tienen en común que han vivido pendientes de su delantera en las últimas semanas, con situaciones convulsas que han provocado que sus apuestas iniciales para buscar el gol ya no estén en su equipo. En la previa de este choque seguramente habría que hablar del duelo al gol entre Isak y De Tomás.
Pero ni el sueco está en Donostia, ni el madrileño es ya periquito. Por circunstancias distintas. 70 millones tienen la culpa con Isak, que está ya metiendo goles en la Premier.
Y problemas extradeportivos acabaron de manera abrupta con la exitosa etapa en el Espanyol de RdT, que entrena en Vallecas sin poder jugar, después de haber intentado colocarse en un sinfín de destinos, incluido San Sebastián, porque se ofreció a la Real para sustituir al propio punta sueco. La Real rechazó su ofrecimiento, dicen que por su peculiar forma de ser. Al final, llegó Sadiq, con la fatalidad que le sucedió en Getafe y que le tendrá en el dique seco toda la temporada.
Historias interconectadas de manera curiosa que derivan en que esta tarde en el Reale Arena, tanto txuri-urdin como periquitos tendrán que otorgar la responsabilidad atacante a delanteros que no estaban llamados a estar en la primera línea de fuego. Son los outsiders del gol de nuestra Liga: Sorloth y Braithwaite, dos delanteros con los que a principios de temporada nadie hubiera apostado por su titularidad en un enfrentamiento entre la Real y el Espanyol. El noruego viene de salvar los muebles a los donostiarras contra el Omonoia en Europa. Y el danés fue el héroe en San Mamés.
La Real no sabe lo que es ganar en casa en LaLiga todavía, aunque bien es cierto que los rivales a los que ha recibido, en estas primeras jornadas, eran de campanillas: Barcelona y Atlético. Le urge ganar para no perder comba con el tren de cabeza a las primeras de cambio.