El campeón vence sin magia pero con pegada
Geyse, de rebote, y Hansen, marcan para las culés
El Barcelona se acabó llevando los tres puntos en el estreno de la Liga F, fue el primer encuentro en el que rodó el balón junto al Alavés-Madrid CFF, en un partido que el Granadilla le complicó las cosas. Sin Aitana ni Alexia, a las culés les costó poner su magia habitual en la medular y apenas lograban hacer daño. Finalmente, Geyse, con mucha fortuna, abrió el marcador y Hansen, con un golazo, cerró el partido.
Salió el Barcelona con hasta cuatro caras nuevas: Bronze, Vicky López, Walsh y Geyse. Un centro del campo inédito en el que la inglesa y la joven joya, que llegó este verano del Madrid CFF, acompañaron a Patri Guijarro. El Granadilla tenía su plan trazado: juntar líneas, defender fuerte y buscar arriba a una veloz Koko para intentar dar algún susto. Pero el primer susto lo dio Patri Guijarro, que tuvo que abandonar el terreno de juego tras un choque con Cáceres. El Barcelona dominaba, pero apenas hacía daño a la portera venezolana. En cambio, Koko pudo abrir el marcador de no ser por la gran intervención de Paños. Pasaba poco, porque las locales dominaban, pero no conseguían penetrar. Dos remates de cabeza de Rolfö y Paredes en sendos balones parados fueron las mejores.
Tras la reanudación, el Barcelona fue más incisivo. La tuvieron nada más empezar, pero entre la defensa y la portera sacaron bajo palos el que se cantaba como primer gol. Después fue el palo y Cáceres quienes evitaron el tanto de Rolfö en otra jugada embarullada en el área. Y en el 61’, la fortuna se alió con las azulgrana. La batalladora Geyse, que estaba siendo la mejor, tapó un despeje de Pisco con la suerte de que el balón rebotado se coló en la portería. Siete minutos después, apareció la calidad de Hansen para cerrar el partido. Golazo de la noruega desde la frontal. El Granadilla sabía que sumar se complicaba, pero quería irse con una buena imagen y siguió compitiendo. El marcador no se movió mas. El Barcelona sumó sus primeros tres puntos sin magia y sin ser esa apisonadora que logró el pleno de victorias la pasada campaña.