Francia, de milagro en milagro hasta la batalla final
Estuvo dos veces casi eliminada
Dicen que para ganar, aparte del talento, el trabajo y el esfuerzo, hay que tener una pizca de suerte. La suerte del campeón. Aún no sabemos si Francia ganará este Eurobasket, pero para llegar a la final ha tirado de suerte como nadie. La última fotografía que hay de la selección francesa, la de semifinales ante Polonia (54-95), es la de un equipazo con un físico desbordante, una estrategia defensiva perfecta y varios jugadores sobresalientes. Pero si retrocedemos en el tiempo un par de pasos (octavos y cuartos) la diosa fortuna aparece en todo su esplendor para premiarles con una de las carambolas más increíbles que se recuerdan.
En octavos, con 77-75 a favor de Turquía, Luwawu-Cabarrot cometió una antideportiva sobre Osman a falta de 12 segundos: el alero de los Cavaliers falló los dos tiros libres y en la siguiente jugada, con posesión para Turquía, Bugraham Tuncer perdía el balón. El duelo acabó en la prórroga tras un mate de Gobert a 2 segundos del final al coger un rebote defensivo. En el tiempo extra, con 86-87, Tarpey le robaba el balón a Korkmaz en el último segundo, impidiendo un posible tiro ganador de los turcos.
En cuartos y por increíble que parezca volvió a suceder lo mismo. Italia iba dos arriba (75-77), faltaban 16 segundos y Fontecchio tenía dos tiros libres. El alero sólo había fallado tres en los seis partidos anteriores y en ese momento tenía un 86% de acierto desde la línea de personal. ¿Qué ocurrió? Efectivamente, falló ambos. Otra vez. Heurtel iba a empatar a falta de 5 segundos y nuevamente Fontecchio erraría la última canasta sobre la bocina. En la prórroga, Francia se impondría con superioridad a su rival para meterse en semifinales.
Sustos Turquía e Italia pusieron a los galos contra las cuerdas