Matrícula para Lorenzo
El base, nacionalizado en julio, ha tenido un papel determinante en el gran rendimiento de la Selección
El pasado 4 de julio, y después de meses de gestiones en los despachos y rumores en la prensa, el BOE hizo oficial la nacionalización de Lorenzo Brown (32 años), el base estadounidense (criado en Georgia, formado en North Carolina State) que, para sorpresa de muchos, no tenía ninguna relación familiar ni laboral con España.
De la nada, y con fuertes críticas desde el sindicato de jugadores que luego refutó Jorge Garbajosa, presidente de la FEB, la Selección había encontrado lo que acabó siendo mucho más que un parche: una solución óptima para sus problemas en el puesto de base. Retirado Sergio Rodríguez, en otra onda Guillem Vives y lesionados Carlos Alocén y Ricky Rubio, referente del equipo en el Mundial de China (donde fue MVP) y en los Juegos de Tokio. Y cuya presencia en el Eurobasket no estaba descartada hasta que sufrió en diciembre, en un partido con los Cavaliers, una grave lesión de rodilla.
Lorenzo ha sido una revelación en el Eurobasket, un excelente director de juego que ha sabido ejercer de líder templado, con momentos en los que ha enchufado a todo el equipo con sus pases y otros en los que ha asumido la presión de anotar. Sus canastas en uno contra uno fueron determinantes para mantener a España viva en los momentos más sufridos de los partidos de cruce contra Lituania y Alemania. Ha promediado finalmente en el torneo 15,2 puntos y 7,6 asistencias.
A partir de ahora, Lorenzo se suma al nuevo proyecto del Maccabi, un histórico de la Euroliga que ha estado a un nivel horrible en las últimas temporadas y que trata de volver por sus fueros. Es uno de los diez fichajes, sin contar al nuevo entrenador, del equipo macabeo para la nueva temporada, a la que llega con su prestigio por las nubes después de este Eurobasket en el que ha confirmado su gran nivel de la pasada Euroliga. Promediaba 13,7 puntos y 6 asistencias en el UNICS Kazan hasta que su camino en Rusia acabó de forma abrupta por la invasión de Ucrania.
La intención de la FEB y del jugador es que su relación no termine en este campeonato. Lorenzo debería formar parte del bloque de las próximas grandes competiciones (Mundial 2023, Juegos de París) una vez que su integración en el vestuario de la Selección ha sido óptima y su rendimiento en pista, de matrícula de honor.
Otra etapa Después de su paso por el UNICS, jugará la Euroliga con el Maccabi