Portugal golpea de nuevo
España cae en los penaltis en la nueva Finalissima
Estamos a un pasito”, se escuchaba en el coro de la Selección española, antes de la tanda de penaltis. Había ganas de revancha, pero, de nuevo, el pasito lo dio Portugal (1-1 en el partido y 2-4 en la lotería). Ese plus. Esa pizca de suerte que termina siendo la diferencia. En el deporte, de repente, hay rivales que se vuelven invencibles. Y te golpean de la forma más cruel. Ogro, coco, bestia negra, se suelen bautizar. Portugal, históricamente un enfrentamiento amable para la Selección, ya es ese rival para España, que alarga la mayor sequía de su historia. En el polo opuesto, el conjunto luso, que, tras vencer a los de Fede Vidal, suma su tercer título en apenas un año. En todos, dejando por el camino a España. La Finalissima, torneo de nueva creación que
enfrenta a finalistas de Eurocopa y Copa América, ya tiene su primer campeón. Se repite la historia, que entra en un bucle aciago.
Primero pasó en Eslovenia. Luego, en Lituania. Recientemente, en Países Bajos. Ahora, en Buenos Aires. España, con 27 victorias a su favor, sólo ha perdido en seis ocasiones frente a Portugal. Las cuatro últimas, sin embargo, han sido de forma consecutiva, en grandes escenarios y de forma muy dolorosa. Ayer se alcanzaba la máxima expresión.
“La clave pasa por mantener la intensidad los 40 minutos. Y por adelantarnos”, había advertido Vidal durante la previa. Tiempo muerto, indicaciones del míster y córner servido de forma magistral. Mellado, sigiloso, cumplía con la primera parte de la ecuación: adelantarse en el marcador. Quedaba lo más difícil. Y se escapó. Pol Pacheco, con un error saliendo desde atrás, concedía el empate a Afonso Jesús. Volvían los fantasmas, que se hacían enormes en la prórroga. Portugal se había llevado las dos anteriores. Esta, no, pero el combinado portugués tenía reservado un final aún más duro.