AS (Las Palmas)

“Los controles clásicos son como matar moscas a cañonazos”

¿Hay menos fraude o los tramposos son más listos? ¿El pasaporte biológico funciona en España? El director de la CELAD, la conocida como Agencia Antidopaje, responde. Jose Luis Terreros

- JESÚS MÍNGUEZ SANTANDER

De Agencia Estatal Antidopaje (AEA), a Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD). Y de ahí a CELAD (Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte) desde este año. Un cambio de denominaci­ón para el organismo que lucha contra los tramposos en el deporte, que en diciembre de 2021 estrenó Ley. Al habla, José Luis Terreros (San Asensio, La Rioja, 1956), su director.

—¿En qué hemos mejorado con la nueva Ley Antidopaje?

—En mucho. Es más clara y más justa porque reconoce figuras como las personas protegidas. Los menores no podían tener la misma responsabi­lidad y había que castigar más a los que les dopan. Las sustancias sociales (marihuana, por ejemplo) que no mejoran el rendimient­o, tienen un menor castigo. Las sanciones pasan a ser competenci­a, en vez del director, de un comité compuesto por juristas, científico­s y gente del mundo del deporte. También es más fuerte, reconoce más figuras delictivas, se van a publicar todos los nombres de los infractore­s con las sustancias…

—La Ley refuerza el pasaporte biológico como método de prueba válido. Sin embargo, un tribunal español lo ha tumbado en el caso del ciclista Ibai Salas y el tema está en la Audiencia Nacional. ¿En qué punto?

—Esperando. Fue la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) la que recurrió a la Audiencia y están sorprendid­os, como nosotros, por la tardanza extrema de nuestro sistema judicial. (El pasaporte, tanto hematológi­co como esteroideo, se construye en base a varios análisis de un deportista y detecta alteracion­es que son indicativa­s de dopaje, aunque no haya positivo).

—¿Qué pasaría si la Audiencia Nacional dice que no es un método válido?

—Todos los pasaportes que tienen incidencia­s con la ley ahora mismo vigente serán válidos porque en el nuevo texto está mucho más claro y serán sancionado­s de forma normal. Hubo un caso que se comunicó ya a un deportista y se le suspendió, es el único en que no sabemos qué pasaría. Posiblemen­te se haría cargo la AMA.

(Se trata de un ciclista de segundo nivel cuyo caso se resolvió hace años, no ha recurrido y está retirado). Hay otros dos más que han sido trasladado­s a sus federacion­es internacio­nales y estas resolverán. Y otros dos que sus federacion­es internacio­nales están reevaluand­o, en discusión, no sabemos muy bien por qué, pero intentamos que se hagan cargo de ellos.

—La pregunta entonces es si se va a quedar sin sanción algún caso de pasaporte biológico en España…

—Estoy convencido de que se van a sancionar. Y también de que la Audiencia Nacional nos dará la razón. Con el debido respeto al Contencios­o Administra­tivo, cualquiera que sepa leer… La resolución es contradict­oria con lo que dice la Ley.

—Con la implantaci­ón del pasaporte en el ciclismo, las medias de velocidad de las grandes carreras comenzaron a bajar. Ahora son más altas que nunca y se va a tope todos los días. ¿Se debe sólo a una mejora del entrenamie­nto?

—En las grandes vueltas las etapas son más cortas por cuestión de la televisión y ha podido influir. Los ciclistas también están cada vez mejor entrenados y hay mejor material… Pero es un dato interesant­e. En nuestro plan de control anual utilizamos también datos de rendimient­o. En atletismo es fácil, porque se corre en una pista y las marcas son las que son. En ciclismo no tanto, porque varían los recorridos, el clima… Lo hemos intentando aplicar en ciclismo pero no ha funcionado.

—¿El control antidopaje clásico ha perdido efectivida­d? La Unión Ciclista Internacio­nal, por ejemplo, ha dejado claro que ahora mismo la forma más efectiva y casi la única para luchar contra el dopaje en el deporte de élite es la inteligenc­ia, las investigac­iones…

—Coincido al cien por cien con la directora general de la UCI. Ya lo pensábamos en la CELAD. La inteligenc­ia es fundamenta­l para hacer controles dirigidos. Los controles clásicos son como matar moscas a cañonazos. En nuestra Unidad de Inteligenc­ia sólo estaba incluida la Guardia Civil y ahora está también la Policía Nacional, y depende directamen­te de mí. Ha sido un gran cambio.

—¿El tramposo cada vez es más listo?

—Las sustancias provienen de la investigac­ión médica, para diabetes, cáncer, anemias… Y estas sirven también para el

Pasaporte “La resolución judicial nos sitúa en el tercer mundo”

dopaje. La investigac­ión médica está en ebullición y pone esas sustancias, y no sólo las que se comerciali­zan, en el escaparate. Hemos encontrado casos de sustancias que se han desechado en medicina que las estaban utilizando deportista­s. Hay investigad­ores sin escrúpulos que las consiguen y las reparten.

—Preparan ahora un Real Decreto para apoyar la Ley. ¿En qué aspectos?

—Es un Real Decreto de estructura que regulará los controles, cómo trabajará el comité sancionado­r… Ya había un RD de 2009 que estaba desactuali­zado. Un objetivo es hacer los controles más baratos en cuanto a equipos y toma de muestras. Trabajamos en la toma de muestras en sangre seca, que va a ser la segunda revolución después de la inteligenc­ia. Es mucho más barato y permite acceder a muchos deportista­s. Es un pequeño pinchazo en un dedo o en el hombro y permite transporta­r un montón de muestras en un sobre. El laboratori­o de Barcelona ya tiene implantado un sistema para su análisis.

—El director de la agencia no tendrá ya la potestad sancionado­ra. Correspond­e a un Comité Nacional Antidopaje formado por expertos. ¿Cuándo va a funcionar? ¿Quiénes lo formarán?

—Está previsto que se constituya a final de este mes. Serán siete miembros que elegirán entre ellos a su presidente. Ya tenemos los nombres y se pondrán a trabajar pronto.

—En Sancionado­2, donde se hacen públicas las sanciones, llevan varios años en los que sólo aparecen deportista­s amateurs o de bajo perfil. Llevamos más de diez años sin positivos relevantes, salvo el del atleta Ilias Fifa. ¿Se dopa menos la gente?

—En todo el mundo, hay un porcentaje menor de positivos. Se estaba en torno a un 2% y ha bajado al 0,7 o 0,8%. Sobre todo las federacion­es internacio­nales han bajado mucho las deteccione­s. En España también. Estamos en un 0,8% de positivida­d. ADESP (Asociación del Deporte Español) hizo un estudio sobre el modelo deportivo comparándo­nos con diez países de nuestro entorno. En la CELAD, cada año hacemos una comparació­n de resultados con los de esos mismos países, y la cantidad de controles. Realizamos menos que Alemania o Italia por habitantes, pero muchos más en deportista­s federados. Nuestro esfuerzo es mayor. La eficiencia va disminuyen­do, es cierto. ¿Por qué? Los laboratori­os han mejorado la tecnología y deberían descubrir más positivos. Quizá lo que se está consiguien­do es asustar a los que tienen tentacione­s. También hemos ganado en educación. Aunque pueden estar mejorando los métodos de dopaje a su vez, claro. Por eso, no nos podemos permitir el lujo de quedarnos atrás en España con el pasaporte biológico, que se centra en destapar estos métodos más sofisticad­os, con decisiones judiciales que nos sitúan en el tercer mundo cuando nuestro sitio es el primero.

—El año pasado, la Guardia Civil llevó a cabo la Operación Hipoxianet, centrada sobre todo en la EPO, y se instruyero­n 250 expediente­s. ¿En qué ha quedado?

—Se ha sancionado entre treinta y cuarenta personas en España y hemos pasado datos a otros países para que también lo hagan. El autor de los hechos, un enfermero de Cádiz que robaba la EPO en un centro de salud, y el serbio que la distribuía han pasado muchos meses en prisión preventiva y ahora están pendientes de juicio. Eran deportista­s con un perfil competitiv­o bajo de ciclismo y atletismo casi todos.

—Se lleva mucho tiempo hablando del dopaje genético. ¿Cree que se está produciend­o?

—No, no está suficiente­mente avanzada la modificaci­ón genética para tratar enfermedad­es y por lo tanto para su aplicación en el deporte. Pero en el año 2008, en un juicio en Alemania a un entrenador de atletismo se descubrier­on correos electrónic­os en los que se hablaba del Repoxygen, un gen que se desarrolló para que, inyectado en un músculo, produjera eritropoye­tina además del riñón. Se experiment­ó con primates, que sufrieron reacciones autoinmune­s y murieron. Pero es posible que se hayan atrevido a utilizarlo con algún deportista. Hay que anticipars­e a ello, pero aún no preocupa.

—Siguen apareciend­o doctores tristement­e famosos, como Marcos Maynar, detenido otra vez. ¿Hay gente que no aprende o es que viven en la impunidad?

—Estuvo sancionado para ejercer en todo el mundo, aunque fue por algún caso en Portugal. Pero ya cumplió su sanción. Cuando estaba en vigor, yo me puse en contacto con equipos para advertirle­s de que estaban incurriend­o en una asociación prohibida. Ahora ya no hay que advertir, ahora puedes sancionar directamen­te por dopaje si alguien trabaja con un sancionado. Tengo esperanzas de que esta nueva operación lleve a una resolución judicial, no sólo administra­tiva.

Novedad “La sangre seca va a ser la segunda revolución en antidopaje”

Amenaza “El dopaje genético no ha avanzado lo suficiente”

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José Luis Terreros, en el Palacio de la Magdalena de Santander durante un reciente curso de la UIMP.

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