AS (Las Palmas)

“Me tiraba del tranvía para ir a ver al Celta”

Entre el niño de familia humilde que tuvo que ponerse a trabajar tras quedarse huérfano de padre en la España de la posguerra y el empresario que hizo fortuna en México hay un aspecto que no ha variado ni un ápice, su pasión por el Celta, el club que pres

- CLEMENTE GARRIDO LA ENTREVISTA

EI presidente más longevo de Primera lleva 16 años al mando de un club que el próximo año se convertirá en centenario. Carlos Mouriño (Vigo, 1943) echa la vista atrás para rememorar su dura infancia, sus éxitos empresaria­les y su etapa al frente del Celta.

—Empecemos por el principio, por el año 1943, el de su nacimiento en Vigo. ¿Cómo recuerda su infancia?

—Nací en una familia de cinco hermanos y tuve la desgracia de quedar huérfano de padre muy joven. Yo era el hermano del medio y hubo que ponerse a trabajar. Nosotros teníamos un estatus medio, hasta que falleció mi padre.

—¿Cómo era de niño?

—Bastante travieso, con unas ideas muy claras y muy profundas de lo que quería hacer y eso llevaba a decir que era un tanto caprichoso. Nunca tuve problemas con las notas, aunque una vez me pescaron faltando a clase y tuve un problema más o menos gordo. Había que ser travieso para enganchars­e en el tranvía para ir a ver el Celta y tirarse en marcha para no pagar el billete.

—Se muda a Madrid muy pronto.

—Sí, cuando me caso nos cambiamos a Madrid por cuestiones de trabajo, por abrir más horizontes y más perspectiv­as de crecimient­o. Empecé desde abajo y fui escalando puestos en la empresa. Desgraciad­amente, llegó un cambio de sistema en España, nosotros trabajábam­os muchísimo para agencias militares y hospitales médicos y ahí fue cuando el Gobierno hizo un parón grande para realizar nuevas medidas, entonces la empresa empezó a no ir

bien, a retrasarse en los pagos y decidimos irnos a México.

—¿Le gustaba la fiesta?

—No, nunca fui de salir a fiestas o estar en discotecas. El poquito dinero que podía ahorrar, me lo gastaba en ropa.

—¿Fue clave que en México estuviera su suegro, que tenía una cadena hotelera?

—Sí, fue una circunstan­cia que ayudó, pero nosotros hicimos nuestra vida independie­nte de mi suegro, aunque es cierto que empecé a trabajar en uno de sus hoteles.

—Al poco de llegar funda Ivancar, ¿es su primera piedra como empresario emprendedo­r?

—Allí sí, aquí había tenido un intento que no me había salido

bien, pero allí sí fue la primera y a partir de ahí estuve en varios sectores. Siempre me gusta decir que soy un tipo de empresario creativo, que me gusta más crear las empresas que trabajar en ellas. Por eso llegamos a diversific­ar tanto nuestras empresas.

—Se marchó de Vigo siendo un niño trabajador y a principios de siglo regresó un empresario de éxito.

—Todos estos cambios suelen achacarse a la suerte. Y sí, puede ser un factor determinan­te, pero yo nunca le diría a nadie que espere a tener suerte, yo le diría a la gente joven que trabajen y que se esfuercen. Creo que hoy la juventud está muy acomodada.

—¿Entra en la junta directiva con la idea de comprar el Celta o lo decidió una vez dentro?

—Siempre tuve esa inquietud, pero nunca me vi en la posibilida­d de hacerlo. El Celta es una inversión fuerte para lo que nosotros éramos. Entré en la directiva, pero no pensé que iba a tener la oportunida­d hasta que ocurrió. Me lo propusiero­n, lo hablamos en familia y lo aceptamos con mucho gusto.

—¿Hasta cuándo va a ocupar la presidenci­a del club?

—Como siempre, me lo marcaré yo. Cuando me pregunte qué hago aquí, que mis ideas ya no valen.

—Desde fuera, pero conociendo lo que pasa dentro, parece que las divergenci­as con Coudet son cada día mayores.

—Yo no lo siento así. Creo que con Coudet estamos muy bien, aunque tenemos criterios diferentes en algunas cosas.

—¿Cómo se tomó ese amago de dimisión del verano? —A mí no me llegó. Aquí las puertas están abiertas, no retenemos a nadie y el que no esté a gusto que nos lo diga. —¿Denis saldrá en enero? —Si ya no tuvo una sola oferta en verano, me parece difícil que ahora tenga ofertas, en las condicione­s que él quiere, claro, porque ofertas tuvo. Tuvo una de 12 millones de euros de un equipo árabe, proporcion­ada por nosotros, y él llamó a ese equipo para preguntarl­e cuánto más le pagarían con la carta de libertad. Luego tuvimos la posibilida­d de un intercambi­o con Óscar, pero pidió una barbaridad de dinero y el Sevilla lo mandó a freír espárragos, tuvo la oportunida­d del Betis muy similar...

Coudet “Aquí no retenemos a nadie, el que no esté a gusto que lo diga”

Denis “Pidió una barbaridad y el Sevilla lo mandó a freír espárragos”

 ?? ?? Carlos Mouriño, en un momento de la entrevista que concedió a AS.
Carlos Mouriño, en un momento de la entrevista que concedió a AS.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain