Este Madrid vuela
Los blancos rompen al Betis en la segunda parte ● Entre Musa, Deck y Yabusele, 51 puntos y 79 de valoración
La Supercopa es un punto de encuentro para los aficionados que deciden desplazarse y para los jugadores, que se reúnen por fin con sus compañeros tras un verano en el que cada uno tenía una misión. Este reencuentro va acompañado de falta de rodaje colectivo y bastante de eso vimos en Sevilla, pero enfocando más allá, también observamos mucho potencial. En el Coosur Betis para su pelea por mantener la categoría y comprobar si puede ir más allá. Y en el Madrid para ir a por todo, y todo es todo. Mostró un arsenal capaz de descabalgar al adversario con un simple ramalazo. Esta vez, el trío formado por Musa, Deck y Yabusele destrozó en una calurosa tarde de septiembre el sueño de gloria local. Entre los tres agruparon 51 puntos, 19 rebotes, 11 asistencias y 79 de valoración. (Musa, 33 créditos al sumar 21 tantos y 7 pases, a uno del récord del torneo: 34 alcanzó Tyrese Rice en 2016).
El curso comenzó con mucho ritmo y elevado acierto (13-11, minuto 4), pero como el avión que aterriza en un portaviones, se detuvo rápido. En pretemporada es inevitable, como las lesiones (la muscular de Hanga en un muslo). Un triple de Musa y una canasta de Hezonja daban al Madrid una buena renta en el primer acto (16-23). En los locales respondía Tsalmpouris, recién fichado, un pívot griego de 2,16 y buena mano, y BJ Johnson la clavaba de tres desde la esquina para cerrar el cuarto: 21-25. Rudy había entrado previamente con la grada entregada como nunca a su carrera, al oro de Berlín y a la emotividad que transmitió como capitán en la España campeona de Europa.
De inicio, Chus Mateo, en su debut oficial puso a los ganadores de la pasada Liga: Hanga, Causeur, Deck, Yabusele y Tavares. Pronto entraría el Chacho y Musa cogería también los mandos. Tan finos como el bosnio andaban Yabusele y Deck (23 puntos entre los dos al descanso, más de la mitad de los de su equipo: 35-42). En el Betis asomaba el enamorado de Sevilla, el eléctrico base Shannon Evans, la renovación del verano.
El 30-40 amenazaba brecha, pero los de Luis Casimiro la cosieron hasta el 42-46 de la reanudación. Y hasta ahí aguantaron. Su rival tuvo un tramo francamente bueno con Llull, Musa, Deck, Yabusele y el intimidador Tavares explotando la superioridad física (dos matazos de Edy) y acertando de fuera. El frenesí había regresado, un fogonazo que puso al Real +20: 44-64. Una demostración del enorme potencial ofensivo de la plantilla merengue (18 de las 26 asistencias en la segunda parte). El Betis se quedó sin la oportunidad anhelada, la de emular al Gran Canaria en 2016 cuando se llevó la Supercopa. El Madrid no da opción.