Han fichado talento sin despilfarros
El único día que en la planta noble de Valdebebas (las obras del Bernabéu alejaron de allí el conflicto) se discutió por los fichajes fue en el arranque del curso 2019-20. Todo el mundo comprobó que el fichaje de Jovic había salido rana. Florentino mostró su malestar por haber invertido 60 millones de euros en un delantero cuyo único aval era su gran temporada anterior con un equipo mediano de la Bundesliga como es el Eintracht (27 goles). Zidane lo había recomendado para darle descansos a Benzema, pero el serbio fue un desastre. Desde entonces, ni un solo borrón más.
El doble fichaje de los ‘Meninos de Oro’ (Vinicius y Rodrygo) dan forma a dos operaciones para enmarcar. Pagaron 40/45 millones por dos jugadores que pronto valdrán cerca de 200. Mejor aún con Valverde. El Pajarito costó 5 millones, pero ahora es un Halcón y vale más de 100. Camavinga y Tchouameni
también son el presente y el futuro de Francia... y del Madrid. Y no hay sitio para todos. A Odegaard
hubo que venderlo al Arsenal de Arteta por 35, porque no tenía hueco en una plantilla con tanto talento. Igual ha pasado con Kubo, que está triunfando en Qatar...
Por eso hay que aplaudir esta política de fichajes, que ha permitido al Madrid competir con los Clubes-Estado manteniendo su nivel competitivo (¡cinco Champions
en los últimos ocho años!) y cuadrar la cuenta sin temer la llegada del Cobrador del Frac. Ni la pandemia ni las obras han mermado la capacidad del club para acudir ahora al mercado con la cabeza bien alta. Bellingham (2023) y Haaland
(2024) ya están debidamente informados...