Todos vuelven a soñar
El gol de Julián Álvarez, tras 27 pases, refleja un estilo que potencia a Messi ● El cruce con Australia invita al optimismo
Argentina hizo su mejor partido ante Polonia en el Mundial y dejó acciones tan bellas como la del segundo gol, el de Julián Álvarez, el que supuso la sentencia definitiva en el partido y permitió a la Albiceleste respirar más tranquila en los últimos minutos. La clasificación estaba en el bolsillo. Se logró, de hecho, a base ser fieles a sí mismos, algo que ya había anunciado Scaloni. “Podemos hacer cambios de jugadores, pero la esencia de juego no cambia”, dijo el seleccionador argentino durante el Mundial.
El tanto de Julián Álvarez llegó tras 27 pases, una combinación interminable en la que participaron todos los jugadores de ataque, incluido Messi, que ha conseguido que se juegue a lo que él quiere y Argentina haga suyo el tiqui-taca. El estilo de España, el que le hizo triunfar en Sudáfrica en 2010, es también el que abanderan los argentinos en Qatar.
La influencia del fútbol español en Scaloni y la presencia de Messi en el equipo invitan a que se juegue con este plan de posesión abusiva de balón y ritmo de pases altísimo. El gol de Julián supone un récord argentino en los Mundiales. En la edición de 2006, Cambiasso anotó contra Serbia después de 26 pases, uno menos de los que se dieron para que marcara esta vez el delantero del Manchester City.
La prensa argentina se mostró eufórica por la clasificación y por el cruce que ahora deberán hacer frente a Australia. “Vení, vení, salta conmigo”, tituló Olé en clara alusión a los aussies y su animal tradicional, el canguro, para lo que utilizaron una de las canciones más habituales de los hinchas de la Albiceleste en estos torneos.
Hay que recordar que Australia y Argentina ya se midieron en 1993 en un playoff intercontinental por clasificarse para el Mundial del año siguiente. Los argentinos se clasificaron tras empatar 1-1 en Australia y ganar en Argentina. En cualquier caso, aquel repechaje vuelve ahora a la memoria de todos con una diferencia entre los equipos mayor que entonces.
Ante Polonia, los argentinos tuvieron un 64,7% de posesión y dieron 862 pases, de los cuales 814 fueron buenos (un 94% de eficacia). Sólo España está en parámetros superiores en cuanto a cantidad y calidad de los pases. El plan de Argentina pasa por dominar los partidos, no verse superada sin balón, dotar del ritmo que más le conviene y hacer que Messi participe mucho. Si lo consigue, tendrá más cerca el sueño de ser campeona del mundo.
Dominio total Argentina tuvo una posesión del 64,7% y dio 862 pases
Scaloni, claro “Podemos cambiar jugadores, pero no nuestro juego”