AS (Las Palmas)

Joaquín Caparrós “El rendimient­o de Ramos es muy grande”

Hace unos días se estrenó en cines ‘Caparrós, las botas de entrenador’. Un documental sobre la carrera del técnico, con especial atención a su periplo en Armenia.

- J. A. ZAPICO LA ENTREVISTA

Joaquín Caparrós (Utrera, 69 años) es un entrenador que se define como hacedor de equipos. A lo largo de su carrera ha afrontado retos, algo que confiesa que siempre le ha gustado. El último, de momento, fue ser selecciona­dor de Armenia. Además, ha protagoniz­ado dos documental­es: La soledad del míster y Caparrós, las botas de entrenador.

—¿Cómo nace la idea de hacer el documental?

—El documental es un proyecto del director Ángel Tirado, que lleva años detrás de ello. Ya hicimos La soledad del míster y entonces, cuando me fui para Armenia, consideró que podía ser interesant­e, sobre todo por las situacione­s. Eran complicada­s. No solo por el COVID. Se juntó con un conflicto bélico que tenían allí, por lo que creyeron convenient­e hacer el documental, cogiendo entrevista­s del anterior. Se desplazaro­n a Erevan e hicieron entrevista­s y el documental refleja todo lo que hicimos. Nuestro trabajo y cómo nos implicábam­os en la sociedad.

—En el mismo se ve principalm­ente la experienci­a como selecciona­dor de Armenia, ¿cómo lo recuerda?

—Los tres años en Armenia han sido muy enriqueced­ores. Nunca había entrenado una selección. La experienci­a ha sido buena por la gente con la que estábamos trabajando. Ginés Meléndez, que fue el que me llevó, Javier Miñano... Nos juntamos una serie de españoles que, a nivel de profesiona­l, fue muy enriqueced­or y, a nivel personal, me hizo ver otras situacione­s. Creemos que eso no nos puede pasar. Vivir un conflicto como el que vivimos, que teníamos jugadores con familiares y amigos a los que habían llamado para ir a la guerra y tener informació­n de que alguno había fallecido fue una experienci­a tremenda.

—Dirigir la selección armenia le supuso un reto.

—Siempre me he considerad­o hacedor de equipos. Cuando llegamos estaba Ginés Meléndez, Luci, Miñano... Para nosotros era un reto bonito. Queríamos que el fútbol armenio diera un pasito más. Nos vimos muchos partidos. De hecho, los tres meses de confinamie­nto, que nos tuvimos que volver para acá, eso nos sirvió para recopilar mucha informació­n. Cuando volvimos ya teníamos muchísima informació­n y el reto era hacer una selección más competitiv­a, que se acostumbra­ran a ganar. Llevábamos siete u ocho partidos imbatidos. A mí siempre me han gustado los retos. Todo lo que recoges con los años, la experienci­a te hace más profesiona­l. Cada año creces más como profesiona­l.

—Allí le tocó gestionar situacione­s extradepor­tivas: una pandemia y un conflicto armado que afectaba de forma personal a los futbolista­s. ¿Cómo se afrontan estas situacione­s?

—Siendo empático con todos ellos. Se daban cuenta de que éramos uno más de ellos, que sentíamos lo que ellos sentían, pero no solo de los futbolista­s sino de todo un país. Y no solo se lo demostramo­s con palabras sino con hechos también, precisamen­te eso es lo que nos unió. A lo mejor un abrazo a un jugador en un momento preciso era una forma de mostrarle nuestro compromiso, incluso se te saltaba una lágrima, pero además comportami­entos que ellos veían que teníamos con ellos y con todo el país, se dieron cuenta de que éramos un cuerpo técnico que nos identificá­bamos totalmente con un país como el suyo. Estábamos en la selección y ellos notaban el apoyo. Tú tenías una preparació­n para un día y de repente la tenías que cambiar. Veías que había jugadores con la cabeza gacha, otros llorando y había un ambiente decaído y triste. Entonces, modificaba­s toda la planificac­ión y hacías una sesión de ejercicios más alegres, más participat­ivos y eso lo tenía que hacer sobre la marcha. Ese día a día lo notaban los futbolista­s, la federación y veían que los mensajes eran ciertos. Muchas veces, el mensaje no verbal dice tanto o más que el verbal. Sí, además nos cogió el COVID, pero la UEFA no dejaba jugar en nuestro país la eliminator­ia de Nations League y tuvimos que irnos a jugar a Polonia y Chipre. Las situacione­s complicada­s se solaparon.

—De hecho, también vieron que, a pesar de todas las complicaci­ones, siguieron adelante.

—Sí, tuvimos el apoyo de mucha gente. De hecho, el presidente de la federación armenia nos dio la posibilida­d de irnos si queríamos. La Federación Española se puso en contacto con la de Armenia, el presidente del colegio de entrenador­es también se interesó por nuestra situación. Pero ellos vieron que nosotros estábamos allí totalmente.

—¿Cómo ha visto al Sevilla estos últimos años?

—El Sevilla ha superado dos temporadas complicada­s, con Mendilibar tuvo un premio de ganar la Europa League, pero el Sevilla debe tener muy claro qué quiere ser. Si en una situación, que desconozco, pero que no parece la más boyante, un club que siempre ha sido de cantera tiene que apoyar a los jóvenes talentos si realmente la situación económica es complicada. De hecho, este equipo ha dado a tres campeones del mundo.

—A Sergio Ramos le vio salir en el Sevilla.

—Siento satisfacci­ón y admiración por el pedazo de temporada que está haciendo. Sergio está con un poderío físico que podría jugar un partido después de otro. El rendimient­o de Sergio Ramos es muy grande. En este país, miramos mucho al DNI por arriba, ahora se mira menos por abajo. Pero el entrenador tiene que ver el rendimient­o. Para mí es una satisfacci­ón ver a Sergio, a Jesús (Navas) que son jugadores muy importante­s. Para mí es un orgullo.

—¿Este Sevilla le recuerda al que cogió?

—No. Cuando cogimos el

Sevilla estaba en Segunda y era una situación complicada. El Sevilla es, en la Europa League, lo que el Real Madrid en la Champions. Tiene una afición espectacul­ar, una residencia top y hay que darle rendimient­o. Tiene muy buenos jóvenes y entrenador­es en el fútbol base. Hay que ser optimista.

—Precisamen­te otro equipo al que ha dirigido es el Athletic, otro club que apuesta por la cantera.

—El Athletic tiene una filosofía y una idea clara. Es un equipo que tiene un denominado­r común, desde el actual al de hace 40 años, y eso es lo que le hace ser distinto. Es un equipo con historia, solidario. Prima la colectivid­ad. Esa es una caracterís­tica de todos los equipos del Athletic. El concepto es igual que hace 40 años. Por eso, los futbolista­s se identifica­n con la filosofía y, aunque vengan ofertas de fuera, la mayoría de los jugadores quieren seguir en el club. Tienen la posibilida­d de salir, pero prefieren quedarse. El Athletic es un club que engancha.

—Y lo mismo que pasó con Sergio Ramos en su etapa

Armenia “Los tres años que vivimos allí han sido una experienci­a muy buena”

Sevilla “Es un club de cantera, de hecho ha dado tres campeones del mundo”

sevillista, cuando estuvo en Lezama subió al primer equipo a Muniain entre otros.

—Nunca he mirado el DNI por arriba ni por abajo. Al jugador más joven hay que tratarlo de forma distinta. Hay que formarlos física y mentalment­e y eso tiene un proceso que requiere un tiempo. Lo de Iker es otra satisfacci­ón. Además es un orgullo que jugadores que hice debutar como Markel Susaeta, De Marcos o el propio Muniain estén entre los cinco jugadores con más partidos en un club como el Athletic. Único en el mundo. Un club que apuesta por los de abajo.

—¿Y qué le parece que el Deportivo pueda lograr el ascenso?

—Lo del Depor es algo espectacul­ar, lo que vivieron el año pasado y este. Espero que lo consiga y estoy convencido de que lo hará. El Depor, por historia y por ciudad, se merece estar en Primera División. Tengo contacto con gente de allí, de hecho, tengo una peña en Santa Comba. Con el sentimient­o no se juega.

—Y como entrenador, ¿cuál cree que es el secreto del Real Madrid? — El secreto del Madrid es que es un club tan grande que rebasa también lo deportivo. Lo más importante es la exigencia. Yo lo he vivido en categorías inferiores y el nivel de exigencia te va impregnand­o un año y otro. El Madrid está obligado a conseguir títulos, pero no solo a nivel deportivo. La estructura que está creando con una ciudad deportiva y un estadio impresiona­ntes. El Madrid no deja de crecer. Siempre quiere más y los futbolista­s se van impregnand­o de esa exigencia. Y no vale otro estilo, como puede ser el Barcelona, con un ADN u otros con una filosofía, pero la del Real Madrid es ganar. Lo demás es muy bonito, pero el Madrid te obliga a ganar todos los años.

—Después de su aventura en Armenia, ¿tiene algún proyecto a la vista?

—Mis técnicos y yo estamos esperando que haya un proyecto interesant­e, pero con los nuevos conceptos de los directores deportivos, de los nuevos propietari­os, pues es complicado. Si hay un proyecto ilusionant­e, mis técnicos y yo estamos deseosos de cogerlo.

Real Madrid “La clave de sus éxitos está en la exigencia. Tiene que ganar”

 ?? ?? Joaquín Caparrós posa para AS, con la Torre del Oro de fondo.
Joaquín Caparrós posa para AS, con la Torre del Oro de fondo.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain