Choque de culturas en un conato de partido
Duró solo 60’ por un temporal de arena y se interrumpió para rezar
EI Valencia encontró en Riad algo más de fama, unos cuantos miles de euros y varias fotos con Ronaldinho. Fahid Al- Hurifi se llevó su homenaje por sus años como internacional saudí y los ché 500.000 euros. Ello el club; los futbolistas la experiencia de jugar en plena tormenta de arena y hacerlo contra ídolos de su infancia como Del Piero, Hernán Crespo y el mencionado astro brasileño, que en casos como los de Ferran o Gonzalo Villar de sus padres lo serían más bien de sus padres.
En Riad, el fútbol ejerció de puente entre culturas y a su vez fue un reflejo de las diferencias entre ellas. Fue un amistoso extraño, diferente, al menos visto con ojos occidentales; con entrevistas en la previa a la madre del homenajeado, vestida con impoluto burka negro; un partido que se interrumpió apenas comenzó la segunda mitad porque era tiempo para la oración y en el que cada una de las partes duró solo 30’ para que aguantaran con decoro las estrellas invitadas con las que se reforzó el Al-Nassr.
El partido, aún prolongándose poco más de una hora, tuvo menos ritmo que algún ‘soltero contra casados’ de los que se juegan por los campos de España. Las altas temperaturas tampoco invitaban al espectá culo. Lo que está claro es que si el Valencia aún se estuviera jugando su billete para la Champions, este ‘bolo’ habría traído cola. Dentro y fuera del club. Fue un sainete alejado de la Champions. Pero a Riad llegaron con los deberes hechos y de ahí la cara de relajación de Marcelino, cuya única preocupación seguramente era que ninguno se lesionara y que el avión saliera hacia Valencia a su hora y sin turbulencias.
Lo mejor del partido fueron tres pases de Ronaldinho mirando al tendido. Como en los viejos tiempos, las piernas no pierden la magia. La fiesta de Fahid Al-Hurifi se resume en esas tres asistencias y en la sonrisa pícara de Kondogbia cuando perseguía sin querer meterle la pierna a Ronaldinho. Los ché en verdad no sabían cómo j ugar. Acostumbrados a correr y pelear por cada balón como si fuera el último, los Guedes, Zaza, Rodrigo y cía no sabían si ir o volver; si presionar o dejarles pasar. Empate sin goles. Y a casa.
En Riad el Valencia encontró fama, dinero y fotos con Ronaldinho y Del Piero