Mitsubishi acelera con el Eclipse Cross
La marca japonesa afronta la reestructuración de su gama de todocaminos y el nuevo modelo compacto se posiciona en el centro de la misma con interesantes aportaciones
Mitsubishi está en pleno proceso de replanteamiento de su oferta SUV y el lanzamiento del nuevo Eclipse Cross es el primer paso en este camino. En el medio plazo será el modelo central de la gama japonesa, con un renovado ASX de dimensiones más pequeñas por debajo y teniendo por encima una evolución del Outlander que crecerá.
Se afianza así como su propuesta para el segmento de los todocaminos compactos, al que se incorpora recuperando un nombre legendario en la casa y aportando una estética bastante original, diferenciada de lo que es lo habitual y que no pasa desapercibida.
Una carrocería de 4,40 metros de longitud que envuelve un interior de cotas no especialmente generosas aunque sí suficientes para el usuario medio, incluyendo un maletero que disfruta de las ventajas de los asientos traseros desplazables hasta 20 centímetros.
Respecto a su hermano ASX exhibe una evolución significativa en términos de calidad y equipamiento, que ya en el nivel medio Motion es muy completo. Los acabados son muy correctos, sin ser lujoso los plásticos utilizados dan buena sensación y sólo resulta menos convincente la ubicación de algunos mandos, poco intuitiva para su manejo.
Hasta que en el próximo otoño llegue la motorización diésel, la única mecánica disponible con el Eclipse Cross es un gasolina de 1,5 litros, turboalimentado y una potencia de 163 CV. La caja de cambios puede ser automática por variador continuo, aunque para la mayoría de conductores se antoja más aconsejable la manual de seis marchas y con tracción delantera (los cambios
CVT suelen ser menos refinados de funcionamiento).
El rendimiento es más que suficiente para un coche de su estilo, responde con alegría y ofrece unas prestaciones que no defraudan. En contrapartida, no es demasiado silencioso y los consumos pueden ser algo elevados si se exige mucho al motor. Dinámicamente es confortable, tiene una buena calidad de rodadura y las suspensiones son blandas, lo que incrementa los balanceos restándole algo de agilidad.