Livingston: de una posible amputación a la perfección
No ha fallado en los primeros duelos de la final
Tienes que saber que en una jugada todo se puede acabar”, dice Shaun Livingston, que en septiembre cumplirá 33 años y que, casi contra cualquier posibilidad, es uno de los 30 jugadores con más temporadas en activo en la actual NBA: 14. Como LeBron un año antes (El Rey en 2003, él en 2004), llegó a la NBA desde el instituto. Considerado el mejor guard (bases y escoltas) y el segundo mejor jugador de su generación, se comprometió con Duke pero se fue a la NBA, donde fue el 4 del draft (Clippers). Pero en una jugada todo se puede acabar. Y esa jugada, que él todavía no ha podido ver en Youtube, llegó el 26 de febrero de 2007, cuando estaba rompiendo el cascarón en su tercera temporada con unos Clippers prometedores. Una mala caída después de un fallo en una bandeja partió literalmente su pierna de una forma grotesca. La rodilla saltó por los aires con todas las lesiones posibles. Los médicos le advirtieron que la amputación era una posibilidad y que necesitaría meses solo para volver a dar pasos otra vez. Jugar en la NBA de nuevo era algo en lo que no convenía ni pensar.
Ahora Livingston es una pieza esencial en el núcleo duro de estos Warriors, uno de los cinco supervivientes del título de 2015 junto a Curry, Thompson, Green e Iguodala. Acostumbrado a suplir con inteligencia las carencias físicas que dejó su terrible lesión, Livingston apenas
Lesión En febrero de 2007 se rompió de forma grotesca la rodilla
comete errores. En los dos primeros partidos de esta final, ha sumado 20 puntos en 33 minutos sin fallar un tiro: 9/9 y 2/2 en tiros libres. En la cuarta final seguida, ha dejado atrás cualquier atisbo de ansiedad.
En 2014, tras su mejor año post-lesión, se comprometió con los Warriors justo cuando arrancaba la era Steve Kerr. Ahora tiene contrato hasta 2020 tras firmar el pasado verano por tres temporadas y 24 millones.