Manolo Cano: “Es un premio a nuestra fe”
El arquitecto del triplete es el termómetro del grupo
Manolo Cano es el arquitecto de un espectacular bienio en el Juvenil A del Atlético. Si bueno fue el periodo de Óscar Fernández en el cargo, los últimos dos años han sido espectaculares. El técnico explicaba mientras posaba con la Copa que, la clave en esta edad, si es que la hay, es “hacerle entender al jugador lo que sucede en todo momento, enfocándole hacia lo que tiene que hacer y de esa manera liberarle, porque a la mínima, un chico se puede desanimar”.
La temporada pasada se hizo cargo del equipo y lo llevó al subcampeonato de su grupo y a la final de la Copa. En la Youth League cayó con el Salzburgo, posterior campeón, y aquello resultó un punto de inflexión. Todos coinciden. El equipo entendió cómo debía competir en esos partidos. Fue el punto de dureza mental que faltaba. El triplete “ha sido un premio a la fe del grupo”, señala Cano, quien reconoce que los títulos no habían recompensado todavía la calidad e ilusión de sus chicos.
“Y ha llegado todo de golpe”, desliza mientras apunta al torneo del Cotif, al principio de temporada, como el vaticinio de lo que iba a pasar: “El grupo se dio cuenta de que iba a estar en la pomada, de que competía como el mejor. Habíamos sembrado ilusión y esos duelos nos hicieron madurar, aprender cuál es la justa medida de la tensión”. En ese termómetro de sensaciones y de autoexigencia se ha convertido un entrenador cuyo nombre quedará ya para siempre inscrito en la historia del Atlético.