Rubiales confirma que se jugará a partido único
El Sevilla, aunque disconforme, no renuncia a jugarla
La Supercopa de España sigue siendo motivo de debate entre el Sevilla y la RFEF. Ayer mismo, Rubiales, presidente de la FEF, comunicó que el torneo se jugará el 12 de agosto y “muy probablemente” en Tánger. Una decisión con la que el Sevilla, a diferencia del Barça, no ha estado de acuerdo desde el primer momento. El club hispalense mostró su disconformidad en su web, aunque no renunciará a jugar la final.
“El club, pese a considerar injustificada la decisión de disputar la final a un solo partido, no piensa renunciar a jugar una final, pues se ha ganado el derecho a disputarla en los terrenos de juego”, admitían.
El Sevilla considera que la Federación le “ha faltado el respeto” actuando con arbitrariedad. “La RFEF ha tomado una decisión específica con la intención exclusiva de solucionar los problemas al FC Barcelona”, continuaban. Ante tal tesitura, el club estudiará la fórmula idónea para compensar a sus abonados por la imposibilidad de poder celebrar la ida en el Pizjuán tal y como estaba previsto.
Por su parte, Rubiales, sobre que el partido sea en el extranjero, afirmó: “Jugar en Barcelona o en Sevilla no era aceptado por uno de los equipos. Otro de los clubes pedía una compensación de 950.000 euros y jugando en Tánger va a ser aún superior. Cada club tendrá 6.000 entradas y el pago del viaje y la estancia”.