La alegría de volver a Primera
Día de fiesta en Valladolid y en el José Zorrilla. El histórico Real Valladolid vuelve a jugar un partido ante su afición en Primera División y recibe, nada menos, que al campeón de Liga y Copa, al supercampeón de España, al
Barcelona. No quedan prácticamente entradas, por lo que el estadio registrará su cuarto lleno consecutivo, y la ilusión y alegría por volver a la mejor liga del mundo hace olvidar las grandes diferencias presupuestarias, 20 veces menos, o lo que es lo mismo: 20 millones contra 400.
El salto de Segunda a Primera es tan brutal que al club vallisoletano le ha pillado el toro en la cuestión de la adaptación y adecuación de las instalaciones a los requisitos exigidos por LaLiga. El más visible de todos será el césped. Sólo el miércoles se pudieron colocar los tepes de hierba. Consecuencias de haber acabado la temporada pasada el 16 de junio. Es de esperar que los cuidados de los empleados del club eviten que mañana se hable más del verde que del fútbol. Los de Sergio González
intentarán dar la sorpresa con orden, con ayudas continuas y tratando de aprovechar las oportunidades que generen, pero nadie les podrá quitar a los blanquivioletas la alegría y la ilusión de volver a jugar en la mejor liga del mundo, el lugar que por historia les pertenece.