Wimbledon despide los partidos eternos: tie-break con 12-12
El Anderson-Isner revivió el debate
Las 11 horas y cinco minutos a lo largo de tres días del año 2010 que estuvieron en pista John Isner y Nicolas Mahut sobre el césped de Wimbledon, con un resultado de 6-4, 3-6, 6-7 (7), 7-6 (3) y 70-68, tiene visos de que seguirá siendo, por siempre, el partido más largo de la historia. El Grand Slam más celoso de la tradición anunció ayer la introducción del tie-break en el quinto set cuando los tenistas lleguen a un 12-12. Adiós a la agonía sin fin.
Este año, la semifinal que ganó Kevin Anderson a Isner tras 6h:36 y un 24-22 en el quinto set, avivó el debate de la necesidad de establecer el desempate. El US Open ya lo introdujo (aunque con el 6-6), en la Copa Davis de Gerard Piqué en 2019 ya se jugará a tres sets y sólo el Abierto de Australia y Roland Garros se resisten a dar luz verde a esta muerte súbita.
El director ejecutivo del All England Club razonó en un comunicado la decisión en un torneo bastante alérgico a los cambios y que mantiene, por ejemplo, la obligatoriedad de vestir de blanco: “Sentimos que el tie-break en el 12-12 establece un equilibrio entre que los jugadores tengan la oportunidad de terminar el partido con ventaja y ofrecer la certeza de que el encuentro concluirá dentro de un límite de tiempo aceptable”.
Isner celebró la noticia en su Twitter con el gif de un luchador resucitando desde un ataúd. Anderson, con un emoticono sonriente. Boris Becker también fue expresivo con el cambio: “Excelente decisión”. Adiós a los partidos eternos.