Busquets causó baja en la última fiesta del Mini
Se perdió la sesión de puertas abiertas por enfermedad
Un Mini Estadi lleno hasta la bandera (11.052 personas) vivió por última vez (este verano está previsto que deje de utilizarse porque se inaugurará en primavera el nuevo estadio Johan Cruyff en Sant Joan Despí) la fiesta de cada previa a la llegada de los Reyes Magos con el entrenamiento del Barcelona a puertas abiertas en el que no pudo participar Sergio Busquets, por enfermedad.
El centrocampista blaugrana sufría, según informó el club, un cuadro de “vómitos y malestar general” y no pudo estar en el entrenamiento que contó con todos los jugadores de la primera plantilla a excepción de los lesionados Umtiti, Rafinha y Vermaelen. La primera plantilla estuvo reforzada por los jugadores del filial Riqui Puig, Miranda e Iñaki Peña. Las gran novedad para los asistentes fue poder ver en directo a Jeison Murillo, el central fichado en este mercado de invierno.
La sesión hizo las delicias de los más pequeños, que agotaron las entradas que el club puso a disposición de los socios y simpatizantes. Los socios tenían acceso gratuito, mientras que los aficionados debían de pagar cinco euros para ver la sesión. La expectación por ver esta práctica era tal, que a pesar de estar previsto su inicio para las once de la mañana, las puertas del Mini se abrieron a las 9,30 horas, cuando ya empezaron a llegar los más madrugadores para tomar las mejores posiciones.
Obviamente, Leo Messi fue el jugador más aclamado por un Mini Estadi entregado que se vino abajo cuando al final de la sesión los jugadores regalaron balones al público antes de estar un buen rato firmando autógrafos y haciéndose fotos camino del vestuario.