Los córners volvieron a ser claves y rompieron el cerrojo riojano
El Atlético se impuso con mucha solvencia en la primera salida de 2019 ante el debutante Logroño, penúltimo, en un estadio histórico, Las Gaunas. Las rojiblancas resolvieron en la primera parte y el 1-3 les devolvió el liderato que el Barcelona disfrutó apenas unas horas. El Atlético recupera también la ventaja de tres puntos respecto a las azulgrana. Los córners volvieron a ser la clave. Así marcaron los dos primeros goles Linari y Meseguer. Jenni hizo el 0-3 y Barbra Banda acortó distancias en el 44’. No hubo más goles y al Atlético le bastó la primera mitad para resolver.
Todos los equipos de la Liga Iberdrola, grandes o pequeños, aspiran a lo mismo cuando se enfrentan al Atlético: plantar cara al vigente campeón, el líder y el equipo más en forma de la Primera Femenina. El Logroño lo intentó con un planteamiento ultradefensivo, con todas sus jugadoras tratando de impedir el juego rojiblanco y con una única futbolista alejada de las tareas defensivas, la delantera, Barbra Banda, acechante al fallo del Atlético. La velocidad y potencia de la africana de Zambia, exboxeadora y exmilitar, fue su gran baza.
Sánchez Vera alineó de inicio a algunas de las menos habituales, Calligaris y Linari. Esta última abrió el marcador en el 11’ y marcó su primer gol rojiblanco. En el 14’, en una jugada idéntica, amplió la ventaja Silvia Meseguer. El desatasco dio paso al juego rojiblanco. En una gran acción colectiva, Meseguer colgó un balón al área y allí apareció Jenni para ejecutar el 0-3. Faltaban tres minutos para el descanso. Pero, como todo genio de vez en cuando hace un borrón, un mal pase de la zaga lo aprovechó Barbra Banda para acortar distancias en el 44’.
El gol animó al Logroño. Con la entrada de la exrojiblanca Jade Boho, las locales empezaron a llegar a la portería de Lola, al tiempo que mantuvieron el muro que tanto desesperó a las rojiblancas. Partido resuelto con oficio por el Atlético ante un Logroño que plantó cara al equipo de moda de la Liga Iberdrola.
Arma rojiblanca