“Sabía que sería imposible que el Madrid me fichara”
Gaizka Mendieta (27-31974) ha concedido una entrevista a AS en la que repasa su trayectoria, su visión del fútbol en torno a la pandemia de la COVID-19 y sus planes de presente y futuro.
—La Bundesliga se ha reanudado, en España la idea es el 11 de junio… ¿Cómo ve el nuevo fútbol?
—De urgencias para acabar las competiciones, con la venia de las autoridades sanitarias, tanto a nivel local como de las competiciones europeas… Es importante que se terminen, aunque sea de esta manera, sin público y con protocolos y gestos atípicos.
—¿Y cómo visualiza el fútbol a partir de 2021?
—Es difícil aventurarse, pero espero que en un año hablemos de estadios con gente animando y disfrutando del fútbol. También creo que no va a ser igual a como lo conocíamos antes de la pandemia. —Vayamos con su espléndida carrera como futbolista: ¿Cómo de cerca estuvo de fichar por el Madrid en 2001? —Da igual, porque yo sabía que sería imposible que pudiera ficharme el Madrid. El Valencia no iba a perdonar ni una peseta de mi cláusula, ya que las relaciones entre los clubes se deterioraron después de lo que había pasado con Mijatovic. —También estuvo cerca de ser jugador del Athletic en 2002. ¿Por qué se truncó aquella posibilidad?
—Pues porque el Lazio, primero, me permitió hablar con el Athletic, pero después rompió las negociaciones. Una de las cosas que me ha quedado por cumplir fue jugar en el Athletic. —Ese verano de 2002 llegó cedido al Barça, tras un mal año en el Lazio (firmó cinco).
Espléndido jugador de finales de los 90 y principios del siglo XXI, su vida circula entre el fútbol y la música.
¿Tiene la sensación de que llegó en el peor momento?, ¿cómo recuerda a Van Gaal? —No sé si en el peor momento, pero en el mejor, no. Después de lo que pasó en Italia, quería ir a un club grande y tener más estabilidad. Y Van Gaal fue determinante, porque me llamó para decirme que me quería en el Barça. Para mí fue un año positivo, porque recuperé sensaciones que no había tenido en el Calcio. Me hubiera gustado seguir, pero aquel Barcelona era de transición hacia una nueva etapa, en la que se quiso empezar de cero. —¿Por qué no pudo triunfar en el Calcio?, ¿le influyó que su traspaso fuera de récord? —Para adaptarse a un fútbol y una forma de entrenar distintos se requiere tiempo y yo no tuve continuidad en mi juego ni en mi presencia en un equipo que era prácticamente nuevo. A mí no me influyó lo que el Lazio pagó al Valencia. La exigencia y la responsabilidad me las imponía yo, no el dinero.
—Se le recuerdan golazos: el que hizo a lo Messi en San Mamés, en 1998; la tremenda volea por la escuadra en el Camp Nou, en 1999; el control y sombrero frente al Atlético, en la final de Copa de ese año... ¿Con cuál se queda? —Los tres fueron muy bellos estéticamente, pero por la trascendencia, quizás el de la final de Copa ante el Atlético de Madrid en Sevilla.
—¿Cuál fue el secreto de aquel Valencia que ganó una Copa y llegó a dos finales de Champions?
—Que fue madurando durante años, desde la etapa de Luis Aragonés (1995-97). El club y la dirección deportiva tuvieron un gran mérito, porque a pesar de que se iban y venían jugadores, la dinámica del equipo se mantuvo con resultados y fútbol durante unos cuantos años, y eso es muy difícil. —¿Ha tenido contactos con Peter Lim para formar parte del organigrama del Valencia? —Sí, pero el papel que él pensaba para mí en el club era distinto al que yo quería. Me hubiera gustado volver. —Gracias.
—-A ustedes.
Mendieta
Sin acuerdo “La idea de Lim de mi función en el Valencia era distinta a la mía”