La Atalanta funciona también sin Gómez
Antes de la derrota de ayer encadenó 14 partidos sin perder entre todas las competiciones
■ Si la Atalanta decidió renunciar a Gómez, el jugador más determinante de sus maravillosos últimos años, fue porque se dio cuenta de que su proyecto podía funcionar sin él. Es más: alinear al argentino se estaba convirtiendo en un problema, dentro y fuera del campo. Los 59 goles y 71 asistencias en 252 partidos del Papu no pesaron en las decisiones de Gasperini, que apostó por sacrificarle en busca de más equilibrio. "Necesitaba otro tipo de equipo", afirmó el entrenador, "estábamos sufriendo y él no se adaptaba". Una ruptura que del césped se mudó a los vestuarios y a una relación ya irrecuperable, que llevó al traspaso al Sevilla.
Sin el capitán, sin embargo, la Atalanta ha vuelto a encontrar su camino, recuperando solidez sin perder calidad. Ayer la Lazio interrumpió una racha de 14 partidos sin derrotas en todas las competiciones, con nueve victorias y cinco empates. El hombre clave de esta nueva fase fue Pessina, sustituto del Papu y jugador completamente distinto. El italiano ayudó a la fase defensiva con rigor táctico y gran intensidad, justo lo que quería su entrenador, y los resultados llegaron. La Dea, que en este curso batió al Liverpool, está en lucha por volver a clasificarse a la Champions y logró el pase a las semifinales de Copa italiana (jugará el próximo miércoles con el Nápoles), mantuvo intactas sus virtudes.
En el 3-4-2-1 de Gasperini siguen siendo fundamentales el trabajo en las bandas (Gosens, a menudo, es imparable: ya realizó seis goles) y la asfixiante presión al rival, la que llevó a Guardiola a afirmar que "jugar contra la Atalanta es como ir al dentista: siempre
idane no estrenará la lata de sardinas, como llama Alfredo Relaño al nuevo Bernabéu. Está sentenciado por la vieja estrategia de siempre. Como no puedo echar a los que he fichado por error, me cargo al entrenador. Al ser un mito del club, hay que aplicar una muerte por goteo. Que si mira Jovic, que Brahim era Maradona, Odegaard y Ceballos están en el exilio… y zas, la guadaña de Lopetegui: “Agradecidos por los servicios al club…”. El Ajax de los 90 llevaba dos décadas sembrando y se pasó otras dos hasta que crecieron De Jong y De Ligt. Vendieron por millonadas, compraron por nada. Militao, Odriozola, Rodrygo, Jovic y Vinicius costaron 250 millones.