El Huesca se juega media salvación ante el Athletic
Los de Marcelino llegan bajo mínimos a El Alcoraz
Pulido y Seoane vuelven al equipo altoaragonés, tras la ausencia por sanción. Son dos jugadores fundamentales en la columna vertebral del Huesca.
El Huesca está a tres partidos de poder lograr la máxima hazaña de su historia, la permanencia en Primera. Un hito que parecía complicado cuando llegó Pacheta en enero, pero que hace diez años le hubiera parecido ciencia ficción a una afición desacostumbrada al fútbol profesional.
Las cuentas de la permanencia de Pacheta pasan por sumar entre cuatro y seis puntos en los tres últimos encuentros. Unas sumas que se harían viables con un triunfo ante el Athletic.
Por su lado, Marcelino ya no reparte tantas sonrisas como cuando llegó a Bilbao. Ha destapado su lado más crítico y exigente porque el equipo está repitiendo fallos en los últimos tramos de partidos y se le están escapando victorias que tenía en el bolsillo y que, en caso de amarrarlas, le habrían permitido estar bien posicionado de cara a Europa. Ante Osasuna estalló y ayer ya se lo llevaban los demonios al insinuarle si el equipo estará sin motivación para este final de año o si los jóvenes pueden poner en aprietos a los titularísimos tan sólo después de tres partidos buenos.
Lo cierto es que los bilbaínos llegan bajo mínimos, por las lesiones y el confinamiento de Lekue, aunque al menos regresa Dani García, aislado estos días por contacto directo con un familiar que dio positivo.
Es muy probable que el técnico asturiano repita el once del sábado, aunque también podría cambiar algo para demostrar que no le gustó lo que vio. Tal vez Dani García o Unai López entren en la medular. Raúl García y Williams también tienen opción arriba. Pero aunque no lo admita, está haciendo probaturas, examinando a la tropa para el año próximo.