El Sol vuelve a lucir en la NBA
Los Phoenix Suns regresan a las Finales 28 años después ● Chris Paul peleará por el primer anillo de su carrera
Hace once meses se reanudaba la temporada NBA 2019-20 tras el parón de la pandemia. Lo hacía con 22 equipos en la burbuja de Disney World y de todos, los Phoenix Suns eran los que llegaban con peor récord y los que lo tenían más difícil para entrar en playoffs. El equipo de Arizona no lo logró, sumando su décima temporada fuera de las eliminatorias, pero ganó los ocho partidos que quedaban de liga regular y a punto estuvo de dar la campanada.
Visto con los ojos de julio de 2021 aquella carrera contrareloj saldada nada más que con triunfos se puede considerar un aviso de lo que estaba por venir. Este año los Suns no sólo se han metido en playoffs, si no que ya son finalistas de la NBA después de ganar el sexto partido de la final del Oeste a Los Angeles Clippers (103-130).
El logro, desde una perspectiva histórica, es tremendo. Ningún equipo se había colado en la lucha por el anillo tras estar tanto tiempo sin clasificarse para la postemporada. Más alucinante aún: el récord de los Suns los cinco años previos a este apenas superaba el 30% de victorias, el menor porcentaje para un finalista en la historia de las cuatro grandes ligas norteamericanas.
¿Cómo ha cambiado tanto en unos meses una franquicia que parecía abocada al fracaso continuo? Las buenas decisiones en los despachos han dado sus frutos: las elecciones en el draft de dos de los tres mejores jugadores del equipo (Devin Booker y Deandre Ayton) entre 2015 y 2018; la paciencia para rodearlos poco a poco, tras varias pruebas y errores, de los complementos adecuados; la contratación del entrenador, Monty Williams, en 2019, que ha dado un impulso tremendo al juego del equipo
Perfecto Paul borró a los Clippers con 41 puntos, 8 asistencias y 7 triples
y que ya fue nombrado mejor técnico en la burbuja de Disney World; y claro, cómo no, la llegada de Chris Paul.
Legado. El base, uno de los mejores de siempre en su puesto, amenazaba con convertirse en uno de esos jugadores con una marca que emborrona todo un legado. A sus 36 años estas serán las primeras Finales de su carrera. Lo hace en un momento dulce, a pesar de los problemas de hombro que le tuvieron entre algodones en la primera ronda ante los Lakers y del positivo que le impidió jugar los dos primeros duelos ante los Clippers. En el último y decisivo ha protagonizado una de esas actuaciones inolvidables: 41 puntos, 7/8 en triples, 8 asistencias y ninguna pérdida.
La última vez que los Suns llegaron a las Finales fue en 1993 comandados por un Charles Barkley, MVP ese curso, que sólo sucumbió ante el mito de Jordan. 28 años después, Chris Paul quiere dar por primera vez, a él y a su equipo, un anillo que lleva demasiado tiempo siendo esquivo a ambos.