Ancelotti es un sabio de los banquillos
Cuando Sacchi llegó al banquillo del Milán sorprendió a Berlusconi. “Quiero un director de orquesta, y ese es Ancelotti”. “¡Pero si está lesionado y ni siquiera juega en esa posición!”, fue la respuesta del dirigente. Pero Arrigo insistió: “No me preocupa su lesión de rodilla. Me habría preocupado que tuviera lesionada la cabeza, y su cabeza está al 200%”. Galliani lo fichó en el último suspiro del mercado, y técnico y jugador escribieron una de las páginas más bellas del fútbol, la del Milán que revolucionó este deporte con un novedoso sistema de ocupación de espacios junto a hombres como Rijkaard, Gullit o Van Basten.
Ancelotti lleva 40 años de fútbol a sus espaldas, 25 de ellos en los banquillos. Su cerebro ha seguido funcionando al 200% para el fútbol y su capacidad camaleónica le ha hecho triunfar en las cinco principales ligas de Europa. Su primer Madrid jugó el mejor fútbol que recuerdan los aficionados desde la época galáctica. Supo encajar a la BBC. “Podemos defender con seis”, decía cuando le cuestionaban. Y consiguió crear una máquina perfecta con un centro del campo compuesto por Kroos, Modric y James. No tenía por qué, pero ha aceptado el reto de una segunda etapa. Él sabe que ahora se juega otro fútbol. Uno de más presión y velocidad, al estilo Premier, de donde acaba de llegar. Pero su Madrid, sin refuerzos por la pandemia, volverá a funcionar. Porque Ancelotti es un sabio de los banquillos.