El ADN ‘Redeem’ se apaga
Estados Unidos se llena de grandes ausencias en un panorama que recuerda al de principio de siglo
Sobre el año 2006, y vistos los golpetazos de Indianápolis 2002 y Atenas 2004, con derrotas históricas ante Puerto Rico, Lituania y Argentina, la USA Basketball tuvo que ponerse manos a la obra para frenar el descrédito en el que había entrado el baloncesto NBA en el universo FIBA. Bajo las directrices de Jerry Colangelo y Mike Krzyzewski, y pese al inesperado batacazo en Saitama en 2006, se empezaron a sentar las bases de un nuevo equipo que en 2007 se reunió y conjuró en Las Vegas para recuperar el cetro en Pekín. Así nació el Redeem Team.
Colangelo y Kryzewski convencieron a las superestrellas de que estaban en una misión. Demostrar al mundo que, como todos suponían, son los reyes de este deporte. Los rosters de Pekín y Londres son tan históricos que hasta LeBron puso el de 2008 al nivel del Dream Team. James, Kobe y Carmelo lideraron en las dos citas a un par de equipos memorables.
En China estuvieron, además, figuras como Wade, Howard, Kidd. En Londres, Durant, Westbrook, Harden... Chris Paul y Deron Williams repitieron oro como las tres megaestrellas. Dos años antes, Durant había sido el líder indiscutible del campeón del mundo en Turquía con un equipo más de entreguerras.
Ya en Río, Estados Unidos ganó todavía con un gran equipo, ya liderado por Durant y en el que seguía Carmelo y estaban Butler, Draymond Green, Klay Thompson y Kyrie Irving. Pero en el que empezaban a faltar grandes estrellas como LeBron, Curry o Harden. El espíritu del Redeem Team se fue apagando hasta que en el Mundial de China llegó el primer batacazo. Estados Unidos no pasó de cuartos.
Para Tokio, Popovich, que tomó el relevo de Coach K, no ha podido convencer por diferentes motivos a LeBron, de gira ahora para promocinar Space Jam; Curry, Kawhi, Anthony Davis,
Kyrie o Harden. A la caída de estrellas se han unido las lesiones (Love), los problemas con el COVID (Bradley Beal), algunos problemas estructurales (ausencia de pívots) y, como remate, la presencia de tres convocados en las Finales Suns-Bucks (Booker, Middleton y Holiday), que amenazan con llegar extenuados y fuera de onda al primer partido contra Francia.
A Estados Unidos todavía le sobra talento para ser oro en los Juegos con Durant al mando, más un escudero de lujo, Damian Lillard (envuelto en rumores de traspaso). Pero algo de aquel espíritu del Redeem Team y de aquella reunión en Las Vegas de 2007 se está apagando.
Liderazgo Durant, esperanza de un equipo en el que se intuyen grietas