Gerard está de vuelta
El delantero encarrila el triunfo del Villarreal en Almería ● Morales hace el 0-2 ● Chukwueze asiste a ambos
Ha sido regresar Gerard Moreno y acabarse de un plumazo la crisis en el Villarreal. El delantero tuvo sus primeros minutos en la victoria ante el Getafe y en Almería apareció en la recta final del choque para marcar la diferencia y encarrilar un triunfo que reafirma a los amarillos en la pelea por Europa.
Además de Gerard Moreno, el Villarreal contó a su favor con el dulce momento de forma de Chukwueze, que regaló otras dos asistencias y se mantiene en su rol de perfecto agitador de partidos, una figura que faltó en el Almería, demasiado timorato e impreciso a la hora de generar transiciones ofensivas con cierto peligro.
Baena, Terrats y Parejo acapararon el balón y el Villarreal se adueñó del partido desde el principio. El Almería se limitó a contener y aguardar su oportunidad. Aun así, el primer aviso lo dio Baptistao a centro de Embarba. Sin embargo, fue Fernando el mejor rojiblanco sobre el césped en el primer tiempo. Pero su partido solo duró 45 minutos por un inoportuno pinchazo en el muslo.
Mariño entró de pie en el partido, ganando un mano a mano a Yeremy Pino. La entrada de Samu mejoró algo al Almería, que ganó consistencia y mayor presencia en la medular. Aun así, siguió lejos de pisar el área de Pepe Reina.
Sin opción El equipo de Rubi no tuvo respuesta y apenas inquietó a Reina
Decisivo. El cambio clave fue el de Gerard Moreno. Setién tiró de su jugador franquicia para intentar mejorar el punto de mira de su equipo y dio en la diana. El delantero clavó la primera que tuvo en la escuadra derecha de Mariño y encarriló el partido.
No hubo reacción rojiblanca. No lo permitió el Villarreal, guiado por Chukwueze, puro desequilibrio. El extremo había servido el 0-1 y trazó también el definitivo 0-2. Su preciso centro lo hizo de oro el eterno Morales con una gran volea.
El triunfo deja del todo en el olvido la crisis en el Villarreal, que vuelve a subirse al tren europeo. El Almería, en cambio, se queda a la espera de que fallen los rivales directos para no caer a puestos de descenso.