Lucas Alcaraz llega al rescate del Granada por tercera vez
■ Alcaraz llegó al rescate del Granada cuando navegaba a la deriva tras la séptima jornada. La marcha de Paco Jémez resultó traumática para el club y toda la familia granadinista. Fue como empezar de cero. El ex del Rayo había sido fichado por tres temporadas como gran estrella y símbolo del desembarco chino con el objetivo de implantar un método y una idea… Y todo crujió tras la sexta jornada. Alcaraz dijo el día de su presentación que el Granada es como su madre “y a una madre nunca se le abandona”, que prefería asumir un posible descenso que quedarse de brazos cruzados sin ayudar al equipo de su alma. Por tercera vez, este granadino de nacimiento y rojiblanco de corazón se ha puesto a los mandos con el deseo de conseguir el reto de la permanencia.
Por el momento, este Granada es más aguerrido. Es más difícil de batir y compite mejor. En el campo se muestra con las líneas más juntas en el repliegue y se despliega con sentido y criterio, sin perder el control. Con Jémez era más alegre y llegaba más al área pero cada balón a la espalda de la defensa era casi un penalti. Causaba pavor. Lucas empezó jugando con cinco defensas para dar más estabilidad y, una vez conseguido, ha prescindido de un zaguero por otro atacante con la intención de producir más en el área rival, la asignatura pendiente. En cuanto a jugadores, el centrocampista Uche, de 20 años, es la gran revelación mientras que el gran damnificado tras la salida de Jémez es Alberto Bueno, sin sitio. Cuestión de gustos...