El Racing sigue en su línea, gana sin fútbol y sin ritmo
Sufrió para doblegar a un modesto que acabó con nueve
Más de lo mismo. Como esto siga así, Ángel Viadero va a tener que patentar la fórmula. Ganar, ganar y volver a ganar..., sin jugar bien casi nunca. Y no es que el equipo sea rácano o se encierre, no. Simplemente juega mal, aunque lo intenta. Justo es aclarar que en la Nueva Balastera, como en la mayoría de los partidos, tampoco es superado por los rivales. Ayer mereció ganar, pero por poco y obligando a la reflexión.
Viendo lo de la tarde de ayer en Palencia se entiende perfectamente la razón por la que Viadero está obsesionado con fichar un delantero centro. En el primer tiempo, por ejemplo, el Racing tuvo el balón de manera permanente, se jugó en la mitad de la cancha de los castellanos y los santanderinos se fueron al vestuario sin un solo tiro entre los tres palos. Y no se crean que ni siquiera pisaron demasiado el área. Caye Quintana no es de los que se busca la vida solo, Aquino prefiere llegar que estar y los extremos son eso, extremos.
Superioridad. En la segunda parte el dominio se acentuó, sobre todo a medida que el equipo de Óscar De Paula fue perdiendo efectivos. Primero a Calleja y luego a Acoidan, ambos por doble tarjeta. La segunda del debutante probablemente fue excesiva. En cualquier caso, tampoco subió el ritmo y las ocasiones se limitaban a chispazos de Dani Aquino a balón parado o en una volea del murciano tras un portentoso control con el pecho.
El partido se solucionó, como casi siempre, en el arreón final. Santi Jara, que apuntó cosas muy interesantes, enganchó una volea muy precisa en la media luna y se la puso a Alejandro junto a la cepa del poste. Luego, diez minutos de fútbol control y una ocasión clamorosa de Caye Quintana para sentenciar y que acabó chutando al muñeco.
Enfado local y enfado visitante, ése es el balance anímico. Los puntos, eso sí, viajaron a Santander.
Ocasiones El Racing solo las genera si aparece Dani Aquino