Gran salto de calidad con los ocho españoles en el enemigo
■ Hace años se veía la liga chipriota como algo exótico. Pero los tiempos han acercado los países y sus competiciones. El APOEL es el cabecilla de un torneo que coge altura y dispone de españoles que adoctrinan a los jugadores locales. Hay cuatro, uno con ascendencia vasca y parte de su familia seguidora del Athletic: el meta Urko Pardo, nacido en Bruselas y formado en la cantera del Barça. Junto a él están, los defensas Iñaki Astiz, navarro, y Roberto Lago, gallego, y el delantero David Barral, andaluz, llegado en el mercado invernal. Sólo Lago apunta a titular hoy. El entrenador es el hispano-danés Thomas Christiansen y tiene a su cargo como ayudante a Julio Bañuelos y como preparador físico, a Iván Torres. El director deportivo es Juanjo Lorenzo.
Urko Pardo confesó su emoción por estar en Bilbao y jugar en San Mamés un partido europeo es bonito. “Estar aquí es bonito, sobre por todo lo que significa para la familia, que lo vive desde pequeña. Es un club histórico”, dijo el meta. Prefiere abstraerse de lo que significa San Mamés y la épica de las remontadas: “El campo no nos interesa. El ambiente será caliente, supongo, pero somos once jugadores contra once jugadores y el APOEL es un equipo muy bueno”, consideró, partidario de centrarse más en ellos mismos. “El Athletic es un gran club, pero nosotros estamos preparados para jugar”, resumió.