Amenaza de pitos: los jugadores están en el foco
El 6-1 paró una deriva que ya era preocupante
La inmunidad de los jugadores del Barcelona está terminando. Ya no son intocables. El proceso, iniciado después del 4-0 contra el Paris Saint Germain, se frenó por la remontada del 8 de marzo. El 3-0 de Turín podría provocar un repunte similar a la noche del Leganés, cuando el Camp Nou explotó en silbidos contra los jugadores. De aquel partido salió tocado Messi, que no quiso celebrar siquiera el 2-1 que convirtió de penalti casi sobre la hora. Consideraba injustos los pitos contra futbolistas que han llegado a ganar 29 títulos para la entidad...
Hay jugadores señalados que están en boca de todos: André Gomes o Mathieu, por poner un ejemplo. Pero si la gloria en las buenas va para el tridente, también se esperaba más de Messi, Neymar y Suárez en Turín, donde no estuvieron a la altura y quedaron a cero y enterrados por el protagonismo y la pujanza, por ejemplo, de Dybala.
Los jugadores están más en el foco que nunca, especialmente porque Luis Enrique anunció su adiós el pasado 2 de marzo. Habrá otra persona la próxima temporada sentada en el banquillo. Los pitos, por tanto, no irán ahí. Las declaraciones del asturiano después del partido, además, han sido gasolina para el fuego del vestuario. Luis Enrique, que estuvo especialmente crítico en la primera parte con Piqué y Mascherano y que en la charla del jueves por la mañana en la Ciutat Esportiva tuvo un cara a cara duro con el mismo Piqué, ha protegido a sus futbolistas durante tres temporadas. Ni en las mayores crisis, la de Anoeta en enero de 2015 cuando se enfrentó al mismo Messi y la de París, cuando aceptó incluso críticas veladas de sus jugadores (Busquets entre ellos), había señalado a sus futbolistas. Sus duras palabras después del 3-0 de Turín son un síntoma.
Queda por conocer cuál será la deriva de este divorcio entre entrenador y jugadores. Si habrá un armisticio hasta final de temporada (salvo milagro se cerrará el 27 de mayo en la final de Copa ante el Alavés) para no hacerse más daño o cada uno irá por su camino. El caso es que las críticas de Luis Enrique han puesto a los jugadores en el disparadero y que el Barça tiene dos partidos seguidos en casa. Uno en el que la victoria es una obligación. Otro en el que, si no hay un gran inicio ante la Juve, se puede hacer interminable.
Messi No celebró contra el Leganés molesto por los silbidos de la grada