Coentrao salió del escondite
Tras 164 días ‘desaparecido’, fue el envite sorpresa En su canto del cisne, aguantó 56 minutos y firmó un partido aseado
No estoy al nivel para jugar en el Madrid”, era la amarga confesión que realizaba
Fabio Coentrao el pasado 29 de marzo en Récord. El lateral zurdo ha aparecido y desaparecido de los entrenamientos como si fuera el Guadiana merced a una lesión teóricamente curada, que sufrió hace justo un año. Era el
elephant in the room (elefante en la habitación) del club, la metáfora anglosajona para remitirse a una situación incómoda que todos ven, pero que nadie quiere afrontar. Zidane llegó a verse acorralado en las conferencias de Prensa: “No sé si es algo mental o...”.
Y cuando pocos apostaban por verle más esta campaña, saltó la sorpresa. Pensando en el Bayern y el Clásico, Fabio era titular en El Molinón. Su presencia en el once 164 días después (no jugaba desde el 7 de enero ante el Granada) fue FELIZ. Festejó efusivamente el 1-1 de Isco con una cariñosa colleja. la comidilla de Twitter en la sobremesa. #Coentrao era trend
topic en España a 15 minutos del pitido inicial superando a #CristinaCifuentes y el #DiaMundialdelArte.
Y tras los nefastos precedentes en la Champions en Varsovia y Lisboa, donde cometió un penalti surrealista por mano... mientras reclamaba mano de un jugador del Sporting de Portugal, en Gijón cumplió. Muy sólido en el pase (91,4% de acierto) y un balance aseado de pérdidas (doce) y recuperaciones (seis), ni siquiera tuvo que hacer una falta. Resistió 56 minutos. Más allá del plan táctico de Zidane para levantar el 2-1 apoyándose en la verticalidad de Marcelo, tampoco le
quedaba aire en los pulmones. Sus 206 minutos este curso han sido un impuesto de lujo: cada uno le ha costado al Madrid 38.834€ mientras su valor de mercado se hundía un 58%, según Transfermarkt.
‘Fashion victim’. Desde aquel 7 de enero y hasta ayer, poco se le había visto la oxigenada cabellera. Apenas apareció por la semana de la moda de
Oporto con su mujer Andreia y su hija Vitória (en honor al águila-mascota del Benfica) y protagonizó un escándalo al pagar 4.000€ para aprobar irregularmente el carné de conducir. Pero pocos capítulos más en
Chamartín le quedan a este hijo de un pescador de bacalhau.
Tiene contrato hasta 2019 y el apoyo de su íntimo, Cristiano, pero el club ha elegido un tres
(Theo) para el verano. “Quiero volver a mi mejor momento la próxima temporada”, amenaza. Tendrá que ser en otro sitio. Quizá en el Galatasaray...