Cardona iguala un gol de dibujos animados de Inui
Derbi abierto y con muchas ocasiones en Mendizorroza
Justo reparto de puntos en un derbi en el que el Eibar gozó de más posesión ante el Alavés y que en términos generales fue muy abierto y con ocasiones. El empate les vale a los dos y en caso de igualdad al final de la temporada, el cuadro armero quedaría por encima ya que ganó en Ipurua en la ida. En aquella ocasión, la entrada de Cucurella resultó clave y, en Mendizorroza, ocurrió un poco de lo mismo.
En la última jugada del primer tiempo, Pacheco pisó a Escalante de forma involuntaria en el brazo y a Duarte le clavó los tacos en el muslo. Los dos se fueron al vestuario asistidos por los médicos, el alavesista en concreto en camilla. Tenía una brecha de 5 centímetros en el muslo izquierdo y requirió de cinco puntos de sutura. No pudo volver al césped. Como consecuencia directa, entró en el descanso Adrián Marín. Escalante, sin embargo, sí compareció en la segunda mitad pero con un vendaje en la muñeca.
Los definitivos 45 minutos comenzaron desmelenados, con ocasiones para Borja y Jordán. En el minuto 57 marcó Inui tras una gran cabalgada de 70 metros de Jony (Abelardo ha hecho de él un velocista). Fue un gol colosal en el que el japonés le tiró una finta digna del mejor jugador de baloncesto. Dmitrovic se comió el engaño y el esférico entró por el primer palo. Es el vigésimo cuarto gol de un futbolista nipón en la primera categoría española y el decimotercero del jugador cedido por el Betis (5 tiene Okubo, 2 Shoji Jo e Ienaga, y 1 Kiyotake y Shibasaki).
Fue cuando el Alavés se vino un poco abajo, reculó y dejó la iniciativa al rival. Y el Eibar no acostumbra a regalar. En el 71’, el recién incorporado Cardona (se reivindica mientras Sergi Enrich decide si se queda o se va de Ipurua) hizo el gol del empate y, luego, los guipuzcoanos incluso pudieron ponerse por delante. Orellana (con Charles y Kike diluidos, fue el principal argumento ofensivo del Eibar) y el propio Charles coquetearon con el 2-1 pero Pina también pudo marcar.
Genialidad El japonés tiró un gran amago, que se comió Dmitrovic