El Villarreal se lleva el derbi y sale del descenso
El Levante mereció algo más pero cayó al final
Cómo te cambia la vida. Un gol. Solo eso. El que no le dieron al Levante. El que Róber nunca quiso meter. El que Samu Chukwueze siempre hubo soñado. La alegría fue para Villarreal. Ya les tocaba. Quizá el día que menos lo merecieron. Porque el Levante fue mejor jugando, pero el Submarino salió a flote con la pizca de suerte que tanto le ha faltado este año. Ahora todo se aprieta y los granotas ya tienen más cerca el abismo de lo que esperaban a estas alturas. Y los amarillos ven la luz el final del túnel y LaLiga con otros ojos.
Y mereció más el Levante. A los puntos. Y casi a los goles. Sobre todo antes del descanso. Porque marcó uno más que el Villarreal. Pero se lo anularon. Uno más. VAR mediante después de que Rochina reventara la red de Asenjo de un zurdazo desde la frontal. Los apenas dos dedos del talón de Morales, de donde arranca la jugada, fueron suficientes para que no subiera al marcador. Los granotas eran mejores, con Rochina a la batuta pero con la intriga se llegó hasta el final y ahí el derbi se tiñó de amarillo. Primero con un autogol de Róber Pier en un pase de la muerte de Iborra. Si no igualmente lo hubiera metido Ekambi. Y luego un escuadrón de Chukwueze. Todo en el tiempo añadido para que el Villarreal asome la cabeza y el Levante le vea las orejas al lobo demasiado cerca.