Sergio es único: genio y figura
Sólo a Sergio se le podía ocurrir lo de la autoentrevista. Lo ideal sería disponer privadamente de los futbolistas como era antes, pero se agradece que en tiempos de hermetismo y persianas bajadas por parte de los clubes sean los propios jugadores los que den un paso adelante para comunicarse con los aficionados. Que el capitán salga al paso respondiendo en primera persona las preguntas que la gente le traslada a través de las redes sociales es una ocurrencia que refuerza una vez más las personalidad del camero, que no se casa con nadie. Empieza con autocrítica (“me equivoqué en la tarjeta al 200%”), habla de su documental en la noche del Ajax, del pique en el entrenamiento con Marcelo y de la posición que tiene sobre el tema del técnico (a la hora en que publicó la autoentrevista no se sabía el nombramiento de Zidane).
Por eso, la gente quiere a Sergio y le cuesta poco perdonarle si alguna vez se equivoca, como nos equivocamos todos. Ramos se va a Valladolid a apoyar a sus compañeros, lo que explica la lealtad que luego le tienen. No es un capitán de postureo, es un capitán con todas las consecuencias. Le gusta dar la cara aunque se la partan. Y puso en su día cordura para que no llegase Conte.
Y al no venir Mou sabemos que seguirá seguro. Zidane y Ramos, una pareja de garantías. Buena para el Madrid.