El duro camino de Mangada hasta la fiesta del WiZink
Operada del corazón en septiembre
Este domingo el Movistar Estudiantes y el Magec Tías de Liga Femenina 2 reunió a 13.472 aficionados en el WiZink, récord de asistencia en España en un partido femenino. Una auténtica fiesta que tuvo muchas protagonistas, pero una por encima del resto: Sheila Mangada. La alero de 34 años se perdió los primeros doce partidos del conjunto colegial por un mixoma auricular que le creció en el lado superior izquierdo del corazón. Este tumor no canceroso del tamaño de una mandarina la hizo pasar por el quirófano el pasado septiembre. “Fue un shock muy grande, un ‘no puede ser, no me lo creo’. He pasado reconocimientos médicos desde los 17 años y lo único que me habían dicho era que tenía el corazón un pelín más grande, algo que les pasa a muchos deportistas. En un primer momento pensé que se acababa el baloncesto para mí”, recuerda la jugadora madrileña a As. “Pero me calmaron bastante rápido. Me explicaron lo que era, lo que iba a conllevar, los tiempos... Desde ese momento, todo fue mejor”.
Tras la cirugía, comenzó la verdadera batalla: un mes y medio parada y ocupando su tiempo entre Netflix, pequeños paseos y el cuidado con las comidas antes de los duros entrenamientos con Diego Barahona, preparador físico de las Women In Black. “Lo peor fue el no poder dormir. Me era imposible hacerlo en la cama y me pase una larga temporada haciéndolo en el sofá”, cuenta Mangada, que sufrió como nunca en su regreso a los entrenamientos: “No recuerdo haber tenido semejantes agujetas...”. Una dura pelea que ha ganado y que culminó con un triple en la fiesta del baloncesto femenino.