Sale tercero con gomas medias, debe tener ventaja de estrategia

Valtteri Bottas celebró la pole, sin saberlo, haciendo motocross, saltando por la grava del Red Bull Ring y tirando al traste su último intento de la Q3. No importó, con el primero dejó fuera de juego a un Lewis Hamilton que había liderado todas las sesiones del GP de Austria hasta llegar a la definitiva, la que configura la parrilla. El finlandés, siempre correoso al empezar las campañas, deja un primer aviso para su laureado compañero, el campeón, que se quedó a doce milésimas. En cualquier caso, la conclusión más rápida tras la primera clasificación de la temporada es que debe llegar algo más grave que una pandemia para poner en peligro la hegemonía de su Mercedes en la Fórmula 1.

La nota positiva, que todavía hay resistencia: Max Verstappen fijó el tercer mejor registro con el Red Bull Honda y aunque se quedó a medio segundo del poleman, tiene una ventaja importante para la carrera. Empezará con el neumático medio porque es el que utilizó durante la segunda sesión, cuando el resto de la parrilla optó por el blando. Arriesgó el neerlandés y podrá seguir una estrategia beneficiosa evitando una goma que se degradará muy rápido al inicio, porque se espera calor en Spielberg. Exactamente así ganó a Leclerc hace un año, con mejores ruedas en el sprint final de la carrera. Hay que recurrir a las estrategias más insospechadas para intentar plantar cara a este Mercedes superlativo.

Carlos Sainz se situará octavo en la parrilla y el vaso se ve medio vacío porque prometía más, de hecho no mejoró su crono cuando montó los neumáticos a estrenar. Su compañero, Lando Norris, saldrá cuarto tras Mad Max con una vuelta final inspiradísima que le sirvió para adelantar incluso al Red Bull de Alex Albon. Se colaron por delante del madrileño también Charles Leclerc y Sergio Pérez, si bien pudo contener al otro potente Racing Point de Lance Stroll o al Renault de Ricciardo. El

McLaren MCL35 es una buena herramienta, eso se desprende por ahora, pero el circuito de Red Bull Ring es particular por sus rectas y frenadas, no

Bottas le roba la pole a Hamilton y los coches rojos se desangran sin ritmo: Vettel no pasó de la Q2. Sainz parte 8º

Verstappen

Empeoran Los equipos que llevan motor Ferrari no mejoran sus tiempos de 2019

por la necesidad de carga aerodinámica, y habrá que esperar a trazados revirados como Hungría, o de curvas rápidas como Silverstone, para poner nota global al paquete.

Irreconocibles. El apunte negativo, lo que nadie, nadie esperaba por mucho que Ferrari avisó, es que el SF1000 fuera un monoplaza tan simple y vulgar, un coche que ni siquiera destaca ahora entre la clase media. Que, simplemente, es más lento que su predecesor en una temporada sin cambios reglamentarios, lo que inevitablemente señala a la investigación de la FIA saldada con acuerdo privado: el motor de los italianos es muy pobre desde entonces, son los peores en velocidad punta y los únicos equipos que no mejoran su tiempo en comparación con 2019 son quienes llevan unidad de potencia de Ferrari.

Pero sólo eso no justifica el desastre que dejó a Charles Leclerc en un triste séptimo, cuando el año pasado firmó la pole, y a Sebastian Vettel undécimo y eliminado en la Q2 bajo unas condiciones escalofriantemente normales. “De locos”, se le escapó a Charles en una conversación por radio con su ingeniero de pista, Xavier Marcos. El chasis tampoco acompaña, por eso lo revisarán casi al completo para el próximo GP de Hungría. Ferrari no tiene el coche más rápido, pero tampoco el segundo, el tercero o el cuarto. Y ese drama preocupa aún más porque en 2021 será Sainz quien lo pilote.

Vettel Sorprendido con la eliminación y disgustado con el monoplaza