El síntoma Busquets legitima a España
El oficio del medio centro prevalece con balón y en la presión
El otro brillo. En una noche confusa con el balón, no deleitó España, que abordó la victoria desde la presión alta e intensa. La salida de tres centrales de Suiza fue atajada por Luis Enrique a partir de la posición de Ferran y Ansu. Se ubicaron en los espacios intermedios entre central y carrilero para llevar a la duda al poseedor y estar siempre a una distancia adecuada que les acercara al robo. Merino, Olmo y Busquets saltaban desde atrás, con Xhaka como principal objetivo.
Intuición para apretar. Busquets salta sobre Sow. El medio suizo ha de retrasar para Sommer. Busquets acosa al portero y permite la recuperación de España.
El valor seguro. Busquets es el mejor síntoma de esta España revitalizante. No hay jugador más válido en un equipo que ataca y defiende junto. Bajo ese prisma, Busquets impone su estilo, rigor e inteligencia. Se le atribuyen todas las cualidades en fase de posesión, pero a veces no se le reconoce por todo lo que hace sin la pelota. Busquets nunca puede ser el problema, ni de España ni del Barça. Luis Enrique lo sabe y desde el colectivo lo potencia, tanto como él potencia al colectivo.