Más títulos que la Armada
Rafa Nadal ya tiene más títulos en Roland Garros que toda la Armada del tenis español junta. Manolo Santana abrió el palmarés ganando las ediciones de 1961 y 1964. Le siguieron Andrés Gimeno (1972), Arantxa Sánchez Vicario (1989, 1994 y 1998), Sergi Bruguera (1993 y 1994), Carlos Moyá (1998), Albert Costa (2001), Juan Carlos Ferrero (2003) y Garbiñe Muguruza (2016).
Gimeno fue el campeón de más edad de la historia, a los 34 años y 306 días. Nadal ha logrado el 13º con 34 y 140 días y parece quedarle cuerda para rato.
—Volvió a emocionarse al recoger la copa. ¿Qué pensó?
—La realidad es que la mayoría de la gente me ve con el trofeo ahí arriba y piensa, ha vuelto a ganar. Pero mi día a día es diferente. Para mí han sido meses complicados a nivel físico. Me costó volver tras estar parado. Mucha gente me ha apoyado, la familia, el médico, mi equipo. Es normal emocionarse. He trabajado bien estos últimos meses con ese objetivo, aunque sin tener al principio una recompensa clara. Significa muchísimo haber podido jugar aquí y ganar.
—¿Le satisface más este título que otros anteriores?
—Tiene mucho significado a nivel personal. Estoy muy satisfecho. Creo que las condiciones generales eran las más complicadas para mí aquí de siempre. Mi cuerpo con frío responde peor que con calor y tiene problemas así. Me quedo con la actitud, que ha sido casi perfecta durante estas dos semanas. Ni una queja en los entrenamientos, ni una mala cara, viendo las cosas de manera positiva siempre. Yo dije que no iba a fallar y que me daría opciones de éxito. No me he fallado a mí mismo. Mi forma de encarar el torneo fue muy buena. El tenis me fue acompañando cada vez más. Es una de mis mejores finales en Roland Garros.
—¿13 o 12+1?
—Por mucho que me veáis haciendo rutinas en la pista, no tengo ningún problema con el trece. Estoy encantado con él. —¿Qué le pareció la felicitación de Roger Federer?
—Le agradezco a Roger sus palabras. Como todo el mundo sabe, tenemos una muy, muy buena relación. Nos respetamos mucho. De alguna manera creo que es feliz cuando yo gano y yo lo soy cuando él hace bien las cosas. Para mí significa mucho la relación positiva que tenemos, porque hemos pasado por una gran rivalidad durante mucho tiempo. Solo puedo darle las gracias.
—¿Le preocupaba llegar a París corto de partidos?
—Me preocupaba, claro. Las dudas son parte de la vida. Son buenas. El año ha sido duro para todos. Y mi preparación para este torneo no ha sido la