El frente que le faltaba al Barça
Le quedaban pocos frentes por abrir a una junta del Barça que está cuestionada por unos socios que en tiempos de pandemia han batido todos los récords de recogida de firmas para impulsar un voto de censura, por la plantilla, claramente distanciada del palco y por la economía, pues las previsiones para el cierre del ejercicio se reconocen catastróficas incluso desde dentro del club. Con este abanico de conflictos, el Barça aún fue capaz de abrir otro más esta semana: un frente institucional ante la Generalitat en la que la entidad blaugrana ha perdido hasta las formas mediante su responsable jurídico Román Gómez Ponti, hasta el punto que ha tenido que ser el portavoz de la entidad, Josep Vives, el que el sábado llamara a Gerard Figueras, secretari general de l’Esport, para disculparse por los modos de su más alto ejecutivo en cuestiones legales.
Gómez Ponti, en su defensa del club tratando de paralizar el voto de censura, aseguró en términos muy poco apropiados que la Generalitat “puede decir lo que quiera, pero no interpretan bien la ley”. También dijo que lo que diga el presidente de la mesa “no me importa”. Figueras respondió asegurando que “no son las formas que esperaba, porque la relación con el club siempre ha sido cordial, pero de vez en cuando aparece un champiñón”.