Langosta en el funeral
Lo que importa es el dinero, el resto es conversación”, decía Michael Douglas en Wall Street. Su personaje, Gordon Gecko, inspiró a varias generaciones de yuppies que hicieron de su vida un ejercicio de ostentación a todos los niveles, incluido, claro está, el socioeconómico: eres lo que tienes o, al menos, lo que aparentas tener. Lo que no se contaba en la película es que la avaricia y el postureo son virus contagiosos, auténticas bombas bacteriológicas cuando el infectado es un gran club deportivo, en este caso el Barça.