El escenario podría desembocar en una renegociación con otros operadores
La tensión entre La Liga de Fútbol Profesional francesa (LFP) y Mediapro continúa aumentando. Según adelantó ayer el diario L’Equipe, la negativa del grupo que preside Jaume Roures a desembolsar el pasado cinco de octubre el segundo pago de 172 millones de euros por el contrato de los derechos televisivos, ha llevado a la LFP a solicitar un crédito para afrontar las pérdidas de los clubes de la Ligue 1 y la Ligue 2.
El escenario actual podría acabar desembocando en la ruptura del contrato si Mediapro no efectúa el segundo pago previsto para el próximo cinco de diciembre. Arnaud Roger, director general de la LFP, admitió directamente esta vía en un correo electrónico a los clubes. “Quedan dos posibilidades. O se alcanza una solución favorable o habrá que plantearse que otros operadores se hagan cargo del contrato. Mientras tanto debemos ser irreprochables y continuar acogiéndoles con toda normalidad en los estadios”, apuntó.
La liga francesa demandará además el pago de la garantía solidaria, que correría a cargo del grupo chino Orient Hontai Capital, su accionista mayoritario. La compañía se ha acogido, mientras tanto, a la protección del Tribunal de Comercio de Nanterre en el ámbito de un mandato ad hoc, un procedimiento contemplado en la legislación francesa para la solución amistosa de diferencias en caso de que una empresa se encuentre en dificultades.
Mediapro solicitó a la liga francesa la renegociación del contrato de los derechos audiovisuales debido a la crisis derivada de la pandemia. “No cuestionamos el proyecto, pero los bares y los restaurantes están cerrados, la publicidad se ha hundido”, apuntaba Roures en una entrevista en L’Equipe.
Mediapro cerró el contrato por los derechos del fútbol francés hace dos años y hasta 2024. El grupo debía pagar 780 millones de euros por la Ligue 1 y 34 millones por la Ligue 2 por por la temporada 2020-2021.
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