La estela de Torres y Villa
Nunca nos acostumbraremos a las celebraciones en diferido de los goles que provoca el VAR. Pero el del gol de Morata fue una celebración dulce. Era necesario ese gol. Y además llegó a pase de Gerard Moreno, el deseado. Esa pareja Morata-Gerard promete. Salvando las distancias y pretendiendo hacer una comparación amistosa y hasta amorosa, en el polo opuesto de odiosa, el madrileño y el catalán pueden formar una pareja de ataque de época como la que protagonizaron el Guaje Villa y el Niño Torres.