Sin españoles
Wimbledon se quedó ayer sin españoles en los cuadros individuales. Paula Badosa y Roberto Bautista tenían partidos complicados en octavos de final y los perdieron. La catalana dejó escapar una buena oportunidad ante Karolina Muchova (7-6 (6) y 6-4), mientras que el castellonense encajó una paliza frente a Denis Shapovalov (6-1, 6-3 y 7-5). Es la primera vez desde 2016 que la Armada no tiene ningún representante en cuartos. En los últimos años, Rafa Nadal, Garbiñe Muguruza y el propio Bautista alcanzaron las últimas rondas del torneo.
Badosa no lo tenía fácil ante una especialista en hierba que ya había sido cuartofinalista hace dos años el Grand Slam británico. La checa de 24 años y 22ª del mundo venció, entre otras cosas, porque Paula le regaló un primer parcial que tuvo controlado, en el que primero sacó para ganarlo con 5-3 y después tiró un 5-2 y una bola de set en el desempate. Muchova se enfrentará a la veterana Angelique Kerber (33), que ha vuelto por sus fueros y aspira a su segundo título tras ganar con facilidad a la estadounidense de 17 años Coco Gauff (doble 6-4 en 1:16). “Fue raro, no pude dar el nivel. A ella le gusta jugar aquí, y yo estuve más fallona de lo normal”, dijo Badosa, que cometió 30 errores no forzados y reconoce que tiene “mal perder”. “Me duele mucho, lo paso mal. Pero poco a poco voy relativizando”.
Bautista, por su parte, no podrá defender ya las semifinales que alcanzó hace dos años. El español se llevó un correctivo severo de Shapovalov, canadiense de 22 años y 12º del mundo que venía de amargarle la vida a Andy Murray en tercera ronda e hizo lo propio con un rival que tuvo opciones de haber cambiado el curso del partido, pero las perdonó y fue castigado por ello. Shapovalov se enfrentará en cuartos, ronda que alcanza por primera vez en el torneo británico y por segunda en Grand Slams (el año pasado lo consiguió en el US Open), a Karen Khachanov. El ruso doblegó en un partido muy disputado al debutante estadounidense Sebastián Korda (3-6, 6-4, 6-3, 5-7 y 10-8 en 3:49). “Está claro que no saqué mi mejor versión. No llegué fresco al partido. Hay que aceptarlo”, dijo Rober. Otra vez será.