Desde 2009 “Mi base titular siempre fue Ricky, la idea es la misma”
Rudy y Claver) ha ido teniendo diversos problemas este año. ¿Cómo llegan?
—Están bien, y eso me reafirma en que las sensaciones que da un jugador en la temporada con el club, aunque no sean buenas, no hay que tomarlas como definitivas, porque las situaciones que se producen en un club a lo largo del paso de los meses, a veces van hacia arriba y otras hacia abajo. Sinceramente, un poco lo que decíamos antes de Marc y Ricky, este grupo tiene esta capacidad de revitalizar. Nos dan fiabilidad y las cualidades que aportan son únicas, extremadamente valiosas en este grupo.
—Se espera que sea el primer campeonato de Abrines. Siempre ha pasado algo... ¿Cómo está?
—Le veo bien y estoy muy contento porque ha mejorado defensivamente, cosa rara en un tirador. No he visto muchas veces a un tirador con esa calidad mejorar defensivamente tanto en un momento no muy inicial de su carrera. Álex se reencaja en un grupo que tiene sus equilibrios y roles pero me parece que lo ha hecho a la perfección. Ahora es un jugador muy aprovechable en ambos lados.
—¿Cuáles son sus primeros recuerdos olímpicos?
—Fue México en 1968. Por ejemplo, la entrega de medallas con el guante negro de Tommie Smith y John Carlos. Por primera vez me hizo preguntarme cosas. Yo desde los cinco años era un devorador de deporte, pero el primer contacto con el racismo..., no tenía ni idea de qué iba a la cosa. —Acabamos. ¿Hasta qué punto le llenaría a nivel personal que Pau y este grupo cerraran este baile con una medalla?
—Sería para un anexo al documental de la serie de La Familia
que hemos visto con emoción. Y no sólo Pau, igual no será el único que se va. Pero claro, él ha simbolizado una época y la capacidad del deportista español que no se conforma. En eso ha sido único e irreemplazable.