Santi Aldama “La progresión de Garuba ha sido abismal”
A menos de dos meses de su debut en la NBA con los Grizzlies, Santi Aldama (Las Palmas de Gran Canaria, 10/01/2001) habla con AS de su paso por la NCAA, su futuro en Memphis, su relación con Usman Garuba, el sueño de debutar con la Selección española...
Santi Aldama debutará en la NBA la próxima temporada. El canario ha seguido un camino poco habitual para un europeo: dio prioridad a sus estudios renunciando a jugar en la élite del baloncesto del Viejo Continente. El resultado, a base de trabajo y talento (y superando también una grave lesión), ha dado sus frutos. Los Grizzlies apostaron por él y ahora quiere devolverles la confianza.
—¿Qué tal su primer contacto con Memphis?
—Estoy adaptándome a la nueva ciudad, buscando un sitio donde vivir… Ahora casi no hay gente porque están todos de vacaciones, así que intentando conocer la ciudad poco a poco. De momento lo que he visto me ha gustado. Es similar en algunas cosas a Baltimore, donde estaba hasta ahora.
—Ha llegado a la NBA desde la NCAA, un camino poco habitual para jugadores extranjeros. ¿Pesaron más los estudios o la carrera deportiva?
—Las dos. Había decidido que quería estudiar y pensaba que Loyola era un buen sitio. Obviamente mi sueño siempre ha sido llegar a la NBA y cada año hay muchísimos jugadores que lo hacen desde la NCAA, así que sabía que ese camino era posible. Pero el plano académico tuvo más peso respecto a quedarme en Europa.
—¿Qué ha estudiado?
—Business & Management
(Gestión empresarial).
—¿Es la carrera que siempre quiso hacer?
—He tenido gustos diversos, pero Loyola es una muy buena universidad, académicamente hablando, y el programa de
Business & Management es muy bueno, así que fue más fácil elegir sabiendo en qué estaba especializada.
—¿Nunca temió que ese camino universitario podía dificultar su llegada a la NBA?
—No. Aunque la NBA era el objetivo final, me centré en los estudios, en vivir el presente. Para los jugadores como yo es más común venir desde Europa, pero sabía que esta era una buena vía para llegar.
—La parte positiva de haber vivido y jugado en EE UU es que su adaptación puede ser más fácil, ¿no?
—En cuanto al baloncesto no lo sé, porque no he jugado tanto, pero el haber estado aquí antes ayuda porque es un país nuevo, una cultura nueva, un idioma diferente… El cambio a la NBA es muy grande, pero al llevar dos años aquí sí que me va a costar menos el resto. Mi adaptación al país fue muy buena. He conocido a gente genial y eso hizo mucho más fácil la adaptación.
—Su primer acercamiento al mundo NBA fue la Summer League. ¿Qué tal?
—Muy bien. La progresión del primer partido al último fue positiva. Después de mucho sin jugar, cada día me encontraba más cómodo. Conocí al grupo, al staff técnico y tuve la oportunidad de jugar con ellos. Tener esta toma de contacto antes del training camp me va a servir para saber qué esperar y también como referencia para comprender que hay que seguir trabajando.
—¿Qué es lo que más le ha llamado la atención?
—Que todo el mundo trabaja a un nivel muy alto, muy profesional, pero, sobre todo, la cantidad de gente que hay: un montón de preparadores físicos y de entrenadores. Siempre hay alguien ahí para ayudarte con todo lo que necesites. Esa es la mayor diferencia. Si quieres ver vídeos, ahí hay alguien, si quieres tirar unos tiros, también.
—Tras la primera toma de contacto con el equipo, ¿cuál es su objetivo a nivel individual? —Mi año de rookie tiene que ser de adaptación: conocer la franquicia, cómo se trabaja, y tener un poco la mentalidad de la Summer League, progresando poco a poco y mejorando para ayudar al equipo. Es una temporada que tengo que aprovechar para desarrollarme como jugador lo máximo posible.
—En los Grizzlies, además, coincidirá con otro español, Juancho Hernangómez.
—Eso me gusta. Memphis ha apostado por los españoles. Los que han pasado por aquí son grandísimos jugadores y es un orgullo poder estar donde estuvieron ellos.
—¿Ha hablado con alguno de ellos?
—Sí, con Marc. Me felicitó y me está ayudando con mi llegada a Memphis, enseñándome las zonas de la ciudad y demás. Es un orgullo que alguien como él se acerque a ti, te hable y te dé la mano. Poder apoyarme en él, en mi proceso de adaptación, es fantástico.
—Conoce bien a Garuba. ¿Se vieron en la Summer League?
—No pudimos. Hablamos después del draft y nos felicitamos mutuamente. Estoy muy contento de que hayamos dado este paso a la vez después de todo lo vivido juntos. En la
Summer League no coincidimos y fue una pena porque me habría gustado. Espero que lo hagamos durante el año.
—Son casi compañeros de generación. ¿Cómo ha visto su progresión?
—¡Abismal! Él sigue jugando igual que toda la vida, sólo que con un nivel muchísimo más alto. Ha demostrado, sobre todo esta temporada, que cada vez que saltaba a la pista marcaba la diferencia. Se le veía muy cómodo jugando. Como compañero y amigo me hace mucha ilusión verle a ese nivel.
—En 2019 fueron campeones de Europa Sub-18, los dos acabaron en el quinteto ideal y usted fue MVP. Igual que Garuba ha cambiado, usted tampoco será el mismo...
—Tras recuperarme de la lesión del año pasado, creo que soy el mismo jugador pero mejorado, con más trabajo detrás. Con respecto a hace dos años he ganado peso, rapidez… y tengo que seguir ganando. También consistencia en el tiro, movimientos laterales, rapidez defensiva…
—¿En qué posición le gusta más jugar?
—En el 3-4 me siento muy cómodo. Poder combinar el juego interior y exterior...
NCAA “Sabía que el salto a la NBA desde la universidad era posible”
Garuba “Como compañero y amigo me hace ilusión verle a ese nivel”