Giroud abre la lata con un gol de récord
● Lewandowski, de penalti, anota el tanto de la honra
récord por igualar a Thuram en internacionalidades y después Cash, que estaba midiendo bien a Mbappé, remató y su disparo tocó en un defensa en la línea.
Si a esta Francia, que avasalla y no juega, que machaca y no combina, la perdonas, lo normal es que te arrepientas. Y así sucedió. En una gran recepción entre líneas de Mbappé, el del PSG encontró a Giroud, que remató a placer y se convirtió en el máximo goleador histórico de la selección francesa superando los 52 de Henry. Un récord que, indudablemente, va a ser pulverizado más pronto que tarde por su asistente.
Todas las emociones que se habían aglomerado en el primer tiempo fueron paulatinamente diluyéndose, sobre todo en el lado de Polonia. El gol había supuesto una inyección de cloroformo, un letargo que le alejaba de cualquier atisbo de sorpresa. Los de Michniewicz se veían en un escenario en el que una bestia, Mbappé, comenzaba a oler la sangre. El del PSG es un jugador fuera de lo normal. Si en 2018 fue ya importante ahora quiere consagrarse como el mejor jugador del mundo. Y avisa una vez, dos ya no. Mbappé había tenido en sus botas el segundo, minutos antes de materializar una de las jugadas de la noche. Dembélé inició el contragolpe, Giroud, el desmarque que dejaba libre a su compañero y el de Bondy, con una superioridad aplastante, destrozó la red. Todavía tuvo tiempo para una más. Con un remate imponente, durísimo, atronador, Mbappé cerraba una exhibición histórica. Polonia maquilló el resultado con un penalti que transformó Lewandowski en el segundo intento, ya que en el primero, que se repitió, se lo había parado Lloris.